Casi silencioso, sin esos estruendos motorizados que llegan y se alejan para acelerar los latidos de los aficionados al automovilismo, Esteban Gutiérrez condujo por primera vez el que será su auto de competencia en este año dentro del campeonato de Fórmula E, un serial que es al mismo tiempo laboratorio de tecnología y deporte.

Hace un par de años circuló por Paseo de la Reforma a bordo de un monoplaza Ferrari de Fórmula Uno, escudería de la que fue piloto de pruebas. Este domingo volvió a esta avenida montado en un vehículo eléctrico cuyo motor es apenas un zumbido. Cuatro vueltas, de la Diana Cazadora al Auditorio Nacional, en lo que representa un salto de de categoría después de que el año pasado terminó sin opciones para continuar en la Fórmula 1, a esta categoría innovadora que le permitirá mantenerse activo.

La puerta de la F-1 no está cerrada, afirma el piloto durante su primer reconocimiento del monoplaza. Pero quise seguir corriendo y darme los próximos meses para disfrutar la Fórmula E. Veremos qué pasa. La Fórmula E tiene gran futuro y potencial, muchos constructores están viniendo hacia esta categoría, eso anticipa que en los próximos años será uno de los seriales más importantes.

Era esto o quedarse fuera de las pistas, porque tras la experiencia con la escudería Haas de F-1, Gutiérrez no tenía opciones para seguir al mando del volante. Después de un debut prometedor en la máxima categoría, en 2013, donde logró colarse a zona de puntos al quedar séptimo en el Gran Premio de Japón y terminar como novato del año, el cierre de 2016 terminó con pocas expectativas.

De manera un poco apurada Gutiérrez se incorpora a la Fórmula E casi a medio campeonato; debutará este sábado primero de abril en el Julius Baer México City ePrix, en el Autódromo Hermanos Rodríguez, la cuarta de nueve carreras que componen el campeonato.

Es una experiencia diferente, pero en la que busca encontrar vasos comunicantes que le permitan mantener el vértigo de la competencia en una categoría que experimenta con la innovación tecnológica de la industria automotriz y que busca su aplicación en las pistas de competencia.

La Fórmula E es un concepto completamente distinto a la máxima categoría, pero al final es un coche de carreras, explica Gutiérrez. La Fórmula E es el futuro del automovilismo; es una tendencia en la tecnología automotriz por cuidar nuestro medio ambiente y el deporte motor apuntará hacia allá.

Gutiérrez habla con la emoción de quien describe un juguete nuevo. Uno que pesa alrededor de 880 kilos de los cuales 320 son de la batería.