París.

La línea que separa al humano del robot se vuelve más fina que nunca y se difumina en Ghost in the Shell (Vigilante del futuro en Latinoamérica), primera película en formato acción real de la reverenciada franquicia japonesa sobre la que reposan cerca de tres décadas de interesantes reflexiones filosóficas e hipnótica estética cyberpunk.

Una ambiciosa incursión en la gran pantalla que llegará el 31 de marzo a los cines, dirigida por Rupert Sanders (Blancanieves y La leyenda del cazador), protagonizada por la gran Scarlett Johansson, quien da vida a Major en esta película que ya advertía sobre los grandes peligros y sacrificios de la sociedad que se encomienda ciegamente a la tecnología lustros antes de la llegada de Matrix o Black Mirror.

En una entrevista en la presentación europea de la cinta, reveló qué la hizo decidirse a ser parte de este colosal proyecto: Creo que realmente fueron las conversaciones que tuve con Sanders las que me convencieron de que esto iba a ser algo que yo podría realizar y a lo que podría contribuir; así tendríamos una gran y única alianza creativa.

Hay que ser muy disciplinado

Tras el sí, a Johansson le esperaba el desafío más duro: preparar un papel física y sicológicamente agotador. Un reto que reconoce mientras reveló la rutina a la que se sometió: Fue muy intenso y difícil dar vida al personaje que interpreto, que vive con estos sentimientos de resentimiento, abandono y se cuestiona su existencia. Son demasiadas cosas con las que tuve que vivir cinco meses y medio o seis, y por supuesto, la parte física fue muy desafiante también. Simplemente tienes que ser muy disciplinada, como levantarte temprano, ir al gimnasio, comer bien, dormir por las noches, centrarte en tu trabajo.

Ghost in the Shell es el proyecto más reciente de Scarlett Johansson, pero no el primero en el que trata de indagar en ese binomio tan beneficioso como peligroso entre tecnología y humanidad.

Lucy, cinta escrita y dirigida por Luc Besson (El quinto elemento), fue otro de sus trabajos más recientes sobre tal materia: “Creo que mi personaje en Lucy está en una experiencia tan extraña en la que pierde partes de sí misma, de las cosas que nos hacen humanos, se está desvaneciendo al mismo tiempo que llega a la esencia del máximo de sus capacidades, pero su identidad no es tan importante... mientras en Ghost in the Shell, sí, porque la protagonista está en busca de su identidad y creo que al final de la película se siente más ella misma que al principio”.

La francesa Juliette Binoche y Scarlett Johansson en la presentación de la cinta en ParísFoto Ap

Lo que convierte a Ghost in the Shell en una película más cercana a la ciencia ficción pura y dura que a la fantasía, es lo aterradoramente plausible que ahora se antoja la realidad que retrató hace tres décadas el venerado manga de Masamune Shirow. Así lo afirma la actriz: “Creo que lo que hace que la historia sea irresistible es que no parece imposible que ocurra; la película nos pregunta qué estamos dispuestos a sacrificar para seguir con el ‘progreso’ de la raza humana y si estamos dispuestos a perder parte de esa experiencia humana. Es una pregunta importante que nos debemos hacer y seguir adelante en esta unión entre tecnología y humanidad”.

Sin embargo, toda historia tiene su final y el de Ghost in the Shell deja la puerta abierta a una secuela... para la que Scarlett se declara completamente disponible, con una condición: Sin duda, si tiene éxito, la gente disfruta y surgen conversaciones sobre una segunda cinta, la haría si Rupert la hiciera conmigo.

Simplemente explosiva

Scarlett anima a ir al cine: Esta película es simplemente explosiva y es una experiencia verla, sobre todo en 3D. Es algo nunca hecho o visto, así que animo a la gente a que vaya, la vea, vuelva a verla y se sumerja en este mundo que hemos creado para el público.

El sábado, admitió, en declaraciones que publica el dominical alemán Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung, que le gusta utilizar armas en el set de rodaje. No tengo nada en contra del entrenamiento. De hecho soy buena en el uso de armas de fuego, se me da mejor que la lucha cuerpo a cuerpo, señaló la intérprete de 32 años.

Admitió que no le agrada rodar escenas en las que deba estar suspendida por cables en el aire. En Ghost in the Shell, Johansson interpreta el papel de una cyborg con superpoderes.

Con información de Dpa