Hace 18 años Mariana Juárez peleó en la primera función de boxeo profesional de mujeres en Ciudad de México. En el trayecto al cuadrilátero sufrió el acoso de un público que no toleraba su irrupción en un deporte que se consideraba exclusivo de hombres.

Entre aquellos gritos, recuerda que la mandaban a la cocina a lavar los platos.

Este sábado, Mariana protagonizará la primera función de boxeo profesional en el Zócalo capitalino y el entorno que vive es distinto. La gente la reconoce por las calles del Centro Histórico, donde las autoridades capitalinas instalaron un cuadrilátero en la Plaza de Santo Domingo para la promoción de esta cartelera. Hombres y mujeres de diversas edades la ovacionan, le piden autógrafos y se toman selfies con ella. La tratan como un ídolo popular.

Cuando empecé me dijeron que estaba loca. Hoy puedo decirle a las mujeres que tenemos que pelear por nuestros derechos y sueños, dice La Barbie. Si me hubiera dejado intimidar por lo que me decían en aquel entonces, hoy no estaría aquí, pero no me dejé y este sábado voy a ser campeona del mundo otra vez.

Mariana no oculta los distintos momentos en los que ha sufrido violencia por su condición de mujer. Incluso destaca la contradicción que vivió en muchas ocasiones al mostrar un personaje fuerte en público, pero que vivía situaciones de maltrato en lo privado.

“Veían una Barbie muy fuerte arriba del cuadrilátero, pero no veían a la que podía maltratar sicológicamente su pareja”, relata. Me gusta poder transmitir que la mujer debe valorarse y trabajar por una misma. Yo tengo una hija pequeña que me observa, ahí es donde hay que poner atención, enseñarle que valemos lo mismo que los demás. Tenemos que poner un alto, apunta.

Mariana disputará el campeonato mundial de peso gallo del CMB a la monarca de Zambia, Catherine Phiri. Una oportunidad para recuperar un título, a cinco años de que perdió el mosca ante la estadunidense Ava Knight, y de un periodo de altibajos. La Barbie no tiene cinto, pero la gente la trata como campeona.

Siento muy padre que demostré que trabajando e ignorando los ataques, pude llegar aquí. No me rendí y eso me hace feliz. La gente me quiere, dice Mariana. Pensar que antes la gente me reconocía en la calle, pero no me alcanzaba ni para el mercado, pero hoy puedo vivir del boxeo. No busco lujos, pero con que tenga para el pan y para pagar las medicinas, soy feliz. Eso me lo da el boxeo. Por todo eso digo que habrá nueva campeona mundial gallo.

El sábado se disputará también el cinturón mundial del CMB en peso completo. Lo defenderá por primera vez la mexicana Alejandra La Tigre Jiménez, quien además de reconocer el significado que tiene pelear en un escenario simbólico como el Zócalo, tiene un valor agregado, que los dos títulos en juego esa noche sean de boxeo de mujeres.

Hay un mensaje especial, porque esa noche la protagonizamos mujeres en un deporte que no nos quería, demuestra que estamos haciendo bien las cosas, que peleamos por la igualdad en una sociedad que aún es hostil con las mujeres, sostiene La Tigre, quien enfrentará a la estadunidense Carlette Ewell.