Guaymas, Son.

Los nuevos gobernadores de los ocho pueblos de la tribu yaqui reclamaron en su primera reunión con la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, que la administración estatal interceda ante la federal para que haga respetar sus derechos a la tierra y el agua, así como el cumplimento de compromisos históricos.

Instalados en la guardia tradicional del poblado de Huirivis, municipio de Guaymas, exigieron al presidente Enrique Peña Nieto y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que respondan por las afectaciones a su territorio y recursos naturales causados por el acueducto Independencia, el gasoducto Agua Prieta y la caseta de cobro en Esperanza, en la carretera federal México 15.

Bajo la ramada tradicional, solicitaron a la mandataria priísta y al resto de los funcionarios de su gabinete atender las necesidades más urgentes de los habitantes de los ocho pueblos yaquis, así como un plan de desarrollo para la tribu que incluya servicios de salud, educación y seguridad, además de financiamiento a proyectos productivos.

No tenemos hospitales ni centros de salud; el único es el de Pótam (Guaymas). Pareciera que está prohibido enfermarse en fin de semana, porque no hay nadie quien nos atienda, aseguró el secretario de la comunidad de Huirivis, Juan Pedro Maldonado.

Exigieron que les den a conocer las coordenadas y el cuadrante de construcción acordados durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, que se cumpla la asignación de 2 mil 500 millones de metros cúbicos de agua, pues debido a la escasez, la superficie agrícola se redujo en 15 años a 27 mil 481 hectáreas.

También demandaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que presente un informe financiero para asignarles 10 por ciento de la recaudación en casetas, de acuerdo con un convenio histórico.

Los nuevos gobernadores son Domingo Espinoza García (Vícam), Juan Choqui Velázquez (Pótam), Valente Cota (Cócorit), Gilberto Buitimea (Loma de Bácum), Reyes Valencia (Tórim), Alberto Martínez (Rahum), Prudencio Molina (Huirivis) y Trinidad Nocamea (Belem).

Pavlovich Arellano se comprometió a mediar ante los intereses que han intentado vulnerar sus derechos humanos. Además les entregó 300 viviendas, en las que se invirtieron 100 millones de pesos; 230 apoyos para construcción, 190 tinacos, 190 estufas ecológicas y 230 paquetes de impermeabilizantes.