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Tiempo suspendido, de Natalia Bruschtein, nieta de la activista, se exhibe en la Cineteca

Laura Bonaparte rompió con los estereotipos de ser mujer de su época

La cinta recupera la memoria de una de las líderes de las Madres de Plaza de Mayo

Foto
Laura Bonaparte (1925-2013) en un fotograma del documental
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de abril de 2017, p. a12

Yo trato de no volver atrás. Hacerlo significa vivir el pasado como si fuera presente, y eso no me cabe en la cabeza. La cosas pasadas son pasadas. Si no las aprovechaste, está bien; si las aprovechaste, mejor, aconseja Laura Bonaparte (1925-2013), Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, a su nieta Natalia Bruschtein (Buenos Aires, 1975) mientras pasean en auto por la capital de Argentina.

Esa es una de las muchas enseñanzas de la activista tras décadas de lucha en defensa de los derechos humanos, las cuales están plasmadas en el documental Tiempo suspendido, opera prima de la cineasta Bruschtein, que se presenta en la Cineteca Nacional.

La documentalista contó a La Jornada que este proyecto le resulta una paradoja al hablar de la memoria de una mujer que después de luchar incansablemente en pro de la recuperación histórica y en demanda de justicia a los crímenes de Estado en la pasada dictadura militar en Argentina (1976-1983), sufre de demencia senil hasta su muerte.

Nos percatamos de que no había un documental sobre mi abuela y que muchas personas se interesaban en su vida, sobre todo por las causas que defendió. Debíamos rescatar esa memoria, la cual se perdía poco a poco, involuntariamente y a consecuencia de una enfermedad, precisó.

Proceso de creación

El trabajo surgió después de realizar una tesis sobre la recuperación de la identidad de su padre, Víctor, uno de los cuatro hijos de Bonaparte, quien fue secuestrado y desaparecido junto a sus hermanas, Aída e Irene, y a su esposo, Santiago Bruschtein, entre 1975 y 1976.

Su prima Lucero, hija del periodista Luis Bruschtein –el único sobreviviente de los cuatro hermanos Bruschtein Bonaparte gracias al exilio forzado–, motivó la realización del trabajo. También fue parte del audiovisual académico Encontrando a Víctor.

La idea se reforzó cuando llegó a las manos de la realizadora el libro Laura Bonaparte. Una madre de Plaza de Mayo contra el olvido, de la periodista francesa Claude Mary, que aborda la vida de la activista.

Paralelamente, vio el documental Una voz entre muchas, del boliviano Humberto Ríos, en el que conversa con esta Madre de Plaza de Mayo, en 1979.

La realizadora profundizó en los asuntos más íntimos de su abuela al consultar cartas, textos, fotografías que estuvieron varios años en un baúl.

A partir de ahí vienen horas de grabación. La activista tenía 86 años y demencia senil avanzada. Aún así, cuenta su andar: la dictadura argentina, el apoyo a familiares de desaparecidos en México, su paso por los campamentos de refugiados en Centroamérica, el viaje a Bosnia con las Mujeres de Negro.

También aborda la defensa del derecho a abortar, el apoyo a las comunidades lésbico, gay, bisexual, transexual, su trayectoria como sicóloga y la campaña para declarar delito de lesa humanidad a la desaparición forzada.

Nunca detuvo su lucha. Rompió con los estereotipos de ser mujer en esos tiempos, destaca.

El rodaje terminó en abril de 2013; dos meses después murió Laura Bonaparte. La cinta se exhibió al público por primera vez en 2015 y ha recorrido más de 30 países, principalmente de América Latina y Europa.

Me hubiera encantado que viera el documental en ese estado para que observara a la mujer divertida, amorosa y sensible que siempre fue, afirmó.

Dejó tres enseñanzas a la realizadora: la recuperación de la memoria histórica, tener mayor afecto y paciencia a los adultos mayores y que las personas cambian constantemente de decisiones ante la defensa de cualquier causa.

Natalia Bruschtein, quien reside en México desde su infancia tras el exilo argentino, aseguró que Tiempo suspendido atañe al contexto actual del país, ante la desaparición de miles de personas por la inseguridad derivada del crimen organizado.

La falta de memoria colectiva aquí es muy grande. No logro entender por qué las personas no ven hacia dentro del país, por qué no les interesan los problemas de esta sociedad, por qué cierran los ojos, por qué olvidan tan fácilmente. Me duele mucho México, señaló.

Agregó: “Hice este documental para mostrar que la lucha por algo es importante en cualquier lugar del mundo. Bien decía mi abuela: ‘Un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad’. Ella amaba a este país, seguramente estaría aquí, manifestándose en las calles para reclamar por los desaparecidos”.

La creadora suma más compromisos en sus futuros proyectos. Realiza un trabajo sobre la inseguridad en México, además de que busca publicar parte del acervo que le dejó su abuela.

Tiempo suspendido se exhibe en la Cineteca Nacional en abril. Para mayor información sobre las proyecciones, consultar este link: goo.gl/ZddRgd o llamar al número 4155-1190.