La noche del sábado, el ucranio Vasyl Lomachenko volvió a causar sensación al arrollar a Jason Sosa. En la esquina del boricua decidieron arrojar la toalla para evitarle mayor castigo. Al terminar, el ucranio dijo que uno de los rivales a quien le gustaría enfrentar sería al único que lo ha derrotado, el mexicano Orlando Siri Salido. Un pleito que parece a punto de concretarse para septiembre.

En Phoenix, Arizona, Siri escuchó con emoción que el campeón superpluma de la OMB lo pretende. Pero lo toma con precaución, pues desde hace 10 meses no ha peleado. Los promotores no le han ofrecido el pago que considera justo.

Me ilusiona ver que estoy en la mente de un boxeador como Lomachenko, señala Salido. Está haciendo una gran carrera, es la sensación, pero tiene una mancha en su trayectoria: yo.

El mexicano no ha aceptado los sueldos insultantes que le han propuesto.

Me han ofrecido cantidades que son ridículas, porque yo valgo más que eso. Soy garantía de espectáculo, mis peleas son verdaderas guerras y siempre salgo a morirme en el cuadrilátero, no pueden darme cualquier cosa. Si no me pagan lo que valgo, prefiero no pelear, dice Siri.

No revela las cantidades, porque las negociaciones siguen su curso, pero en unos meses podría llegar a un acuerdo para dar la revancha al ucranio.

Ahora se allega ingresos de otras fuentes, como su empleo como chofer de Uber. A veces algún pasajero charla conmigo y sale a la conversación que soy ex campeón del mundo; se asombran y me preguntan que cómo es posible si en el boxeo se gana mucho dinero. Les respondo que otros son los que ganan mucho, yo no, cuenta entre risas.