Camacho Quiroz exige a Armenta refrendar en público su militancia en el PRI
El perredista Hernández Mirón, entre quienes hacen fila para pasarse al partido de López Obrador
Miércoles 12 de abril de 2017, p. 13
El grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados aceptó como nuevos integrantes a Paola Félix, ex legisladora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y a Carlos Lomelí, quien formó parte de las filas de Movimiento Ciudadano (MC).
El cambio de membresía entre miembros del Congreso que han empezado el éxodo a las filas del partido que dirige Andrés Manuel López Obrador fue objeto de réplica ayer por el coordinador del PRI, César Camacho Quiroz, quien reprochó a su correligionario Alejandro Armenta por haber asistido y firmado el acuerdo nacional promovido por Morena el domingo pasado.
Con frecuencia, el diputado Armenta afirma ser un hombre íntegro y congruente. Ahora tiene la oportunidad de acreditarlo. Lo conminamos a retirar su firma del documento que suscribió y refrendar públicamente su militancia y compromiso con nuestra organización política, para evitar las consecuencias naturales que sus actos podrían traer consigo y seguir mereciendo el respeto de sus correligionarios.
Ayer, al preguntarle a la coordinadora de Morena en San Lázaro, Rocío Nahle, si el priísta Alejandro Armenta ya había solicitado el ingreso a su bancada, respondió que no, que aún no hay una solicitud oficial.
En el caso de Paola Félix, no sólo recibió reproches de los verdes, sino que su coordinador, Jesús Sesma, actuó con violencia: ordenó que los objetos personales y de trabajo de la diputada Félix, quien se encontraba en su oficina –en el área que ocupa el PVEM en San Lázaro– fueran sacados, todos, al pasillo, con el propósito de exhibir la traición
a las filas verdes.
Para formalizar el cambio de bancada, tanto de Félix como de Carlos Lomelí (este último próspespero empresario farmacéutico de estado de Jalisco), Rocío Nahle envió dos oficios dirigidos a la presidenta de la mesa directiva, María Guadalupe Murguía.
Ahora ya hacen fila legisladores perredistas y de MC para inscribirse como integrantes de la bancada de Morena en San Lázaro. Entre ellos se encuentran el perredista Carlos Hernández Mirón, recordado más por las invasiones de terrenos federales que promovió en el Ajusco, donde construyó una casa y fue derribada hace medio año por la autoridad capitalina, y por el pleito y posterior arreglo con la delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, quien según él afirma le aconsejó integrarse a las filas de Morena para tenerlo de aliado.
A este diputado también se suma el oaxaqueño José Antonio Estefan Garfias, delfín del ex gobernador Gabino Cué en la pasada elección a gobernador en su estado, por las siglas de PAN y PRD. Y detrás de él está a la espera René Cervera, hombre cercanísimo a Marcelo Ebrard Casaubón, ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México.