Nueva York.

El escultor del famoso toro de bronce de Wall Street intentó una embestida: la niña que se enfrenta al bovino y que atrae a multitudes viola sus derechos de autor, confunde el mensaje de su obra y... debe irse.

La escultura de la intrépida niña, Fearless Girl (Niña sin miedo), de la uruguayo-estadunidense Kristen Visbal, fue instalada frente al toro de Wall Street, en Nueva York, a principios de marzo por el Día Internacional de la Mujer y de inmediato triunfó con su mirada decidida, sus manos en las caderas y su cola de caballo al viento.

Financiada por la firma de gestión de activos State Street Advisors, que se hizo eco del reclamo de la falta de mujeres en los consejos de administración empresariales, el destino de la escultura era estar allí una semana.

Debido a su éxito, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, decidió dejarla hasta marzo de 2018. Y miles de personas han firmado una petición para que se quede de forma indefinida. Sin embargo, su popularidad parece haberle sentado mal al italo-estadunidense Arturo di Modica, escultor de Charging Bull (Toro embistiendo), instalado en 1989.

La estatua quiso simbolizar el espíritu empresarial estadunidense tras la crisis de 1987. Está muy mal. Ella está ahí para atacar al toro, dijo ayer a periodistas Di Modica, de 76 años.

Aunque la niña tuvo como intención original reivindicar los derechos de las mujeres frente a la presidencia de Donald Trump, el abogado del escultor, Norman Siegel, dijo en rueda de prensa que se convirtió en una fuerza negativa y una amenaza y hay que quitarla. Ninguno de nosotros está de ningún modo contra la igualdad de género, pero hay temas de derechos de autor y de marca que necesitaban y siguen necesitando ser resueltos, añadió, instando al alcalde y a State Street Advisors a encontrar una solución amistosa.

De Blasio no parece estar de acuerdo. “Los hombres a los que no les gusta que las mujeres ocupen espacio son exactamente por los que necesitamos a Niña sin miedo”, tuiteó ayer. State Street Advisors agradece “a Nueva York y al mundo por responder con entusiasmo a lo que Niña sin miedo representa: el poder y el potencial de tener más mujeres líderes”.