La CNT escenifica La hija del aire en el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México
Las reflexiones del dramaturgo son alrededor de la usurpación, la manipulación del pueblo, el secuestro de la soberanía popular y el magnicidio, explica Ignacio García, director del montaje
Semíramis, protagonista de la pieza, seductora, astuta y guerrera vive marcada por la violencia
Viernes 14 de abril de 2017, p. 7
La Compañía Nacional de Teatro (CNT) estrenará La hija del aire, de Pedro Calderón de la Barca, en el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México.
La versión y dirección a esa obra del célebre dramaturgo es de los creadores escénicos españoles José Gabriel López Antuñano e Ignacio García, respectivamente.
López Antuñano sintetiza, unifica y suprime escenas que en la pieza original agrupan 7 mil 300 versos divididos en dos partes para llevar a escena distintas reflexiones planteadas por Calderón de la Barca que siguen siendo poderosamente elocuentes y vigentes, explicó García.
“Calderón habla de un país en permanente guerra civil, en este caso Siria, de una nación fragmentada y convulsionada que intenta entender cuál es la solución personal y colectiva para tal situación.
Mediante el personaje protagonista de Semímaris, se plantea si mi albedrío es libre o condicionado; es decir, lo que uno hace en la vida, lo hace porque quiere o hay algo que me condiciona.
Calderón de la Barca explora, afirmó Ignacio García, la responsabilidad individual. Aunque uno esté muy condicionado por las circunstancias, ante cualquier vicisitud en la que usted puede elegir matar o no, destruir o no, lanzar armas químicas o no; usted tiene una responsabilidad individual
.
Otra cuestión que se suma al albedrío es el planteamiento de Semíramis: Si no hago lo que quiero, de qué me sirve reinar
. Este dilema expone la relación del poder y la ciudadanía, que sigue vigente.
¿Una Thatcher o Merkel?
Una de las tesis de Calderón de la Barca, prosiguió Ignacio García, director de La hija del aire, es que no sólo es mal gobernante aquel que opera de una manera tiránica contra la ciudadanía, sino el que por debilidad o incapacidad deja que los demás gobiernen por él. Permite que los primeros ministros elijan el camino de la política del país. Es así que, con el devenir de la historia, Calderón plantea diferentes formas de llegar al poder, desde la usurpación del mismo, pasando por la manipulación del pueblo y el secuestro de la soberanía popular hasta el magnicidio
.
Otra reflexión del dramaturgo del Teatro español del Siglo de Oro es que el pueblo rechaza una mujer en el poder, ya que según las leyes de la época, quien debe heredar es el hijo. La mujer sólo puede ocupar el trono de manera transitoria, en tanto el hijo crezca. Hoy todavía se cuestiona por qué ser gobernados por una mujer, pudiendo serlo por un hombre. Calderón cuestiona así al poder popular que no siempre está en lo correcto, pero también la ambición por el poder encarnado en Semíramis, mujer que ha nacido para ejercer el poder, cual si fuera una Margaret Thatcher o Angela Merkel
.
Respeto al lenguaje y la métrica
En La hija del aire hay dos cuestiones axiales. Si no hago lo que quiero, de qué me sirve reinar y para quién gobiernan los gobernantes, para el pueblo o para sí mismos
, enunció Ignacio García.
La obra original narra la historia de Semíramis (encarnada por Érika de la Llave), reina de Asiria, fundadora de Babilonia; mujer seductora, astuta y guerrera cuya existencia transcurre marcada por la violencia.
Durante la trama el reino de Siria vive luchas fratricidas, traiciones y usurpación del poder. Esa mujer y dirigente se enfrenta al dilema de cómo obrar frente a la emergencia que conduce a una inminente guerra civil.
Se trata de un montaje respetuoso con el lenguaje, la métrica y los elementos líricos de la clásica obra referentes al sistema estrófico, detalla García. Si conseguimos que el verso sea claro y elocuente, que el público entienda lo que dice cada personaje, estamos haciendo teatralidad contemporánea, si no, sería un producto de museo
.
Con escenografía de Jesús Hernández, iluminación de Matías Gorlero, vestuario de Carlo Demichelis, maquillaje y peinados de Maricela Estrada, movimiento corporal de Rossana Filomarino y música original de Ignacio García y Ernesto Anaya, La hija del aire, con la CNT, dura una hora 45 minutos.
Se estrenará este sábado 15 y el domingo 16 a las 19 y 18 horas, respectivamente, en el teatro Julio Jiménez Rueda (Avenida de la República 154, colonia Tabacalera). Posteriormente tendrá temporada en ese recinto del 20 de abril al 16 de julio.