El desarrollo de habilidades socioemocionales en niños y adolescentes no sólo es tarea de la escuela. La tolerancia, el respeto y la autoestima son aptitudes que se pueden incentivar en niños y adolescentes si aprendemos a comunicarnos mejor y a hacerlo sin violencia, afirmó María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Siquiatría, quien destacó que hay evidencia de que si usamos las herramientas correctas, podemos tener resultados.

Agregó que las temporadas de ocio, cuando se reúne la familia, como las vacaciones de Semana Santa, pueden ser una buena oportunidad para que los padres generen relaciones positivas con sus hijos y comiencen a fijar límites. A veces los papás no sabemos cómo hacerlo, pero debemos encontrar la forma de ayudarlos sin restringirlos, garantizando su protección, pero estableciendo límites.

La clave, indicó, es el diálogo. Los padres deben hablar con los niños y adolescentes, pero sobre todo debemos estar dispuestos a escucharlos, a tener la voluntad, por ejemplo, de comer todas las tardes con ellos, porque a veces nos puede dar flojera, o como ocurre muchas veces, tanto padres como hijos realizan actividades que los distraen y no se involucran en una dinámica familiar.

Agregó que entablar conexión positiva con los hijos “no es tan complicado; en el instituto hemos tenidos resultados con niños que presentaban problemas de conducta. Luego de diversas sesiones, detectamos que los padres ya no están tan deprimidos; los menores tienen mejor comportamiento e incluso nos preguntan: ‘¿qué les hicieron a mis papás, que están diferentes?’”

Una investigación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre el desarrollo de las habilidades para el progreso social, destaca que la responsabilidad, la sociabilidad y la estabilidad emocional están entre las dimensiones más importantes de las habilidades sociales y emocionales que afectan las perspectivas futuras de los niños.

Por ello destaca el papel preponderante que pueden tener los padres y la escuela para desarrollar habilidades socioemocionales que, asegura, podrían impactar sus posibilidades de éxito tanto en su vida laboral como social.

Medina Mora destacó que si bien México aún debe seguir avanzando en mejorar los mecanismos para prevenir actitudes como discriminación y violencia escolar, consideró que en los centros escolares sí están incorporando las habilidades socioemocionales, es decir, entender estas sintomatologías complicadas y generar, en primer lugar, tolerancia y aceptación.