Martes 18 de abril de 2017, p. 2
Madrid.
En 2015, durante la inmersión más profunda de la nave Cassini en la columna que emana de las grietas en la región polar sur de la luna saturniana Encelado, los instrumentos detectaron hidrógeno molecular.
Los resultados se detallan en un artículo publicado en Science, por Hunter Waite y sus colegas del Instituto de Investigaciones del Suroeste, en San Antonio, Estados Unidos, que continúan demostrando que la única fuente plausible de este hidrógeno son las reacciones hidrotermales entre las rocas calientes y el agua en el océano bajo la superficie helada del satélite.
Proceso en la Tierra proporciona energía para ecosistemas
En análisis posteriores, Hunter Waite y su equipo dedujeron las concentraciones de especies volátiles en el océano subsuperficial de Encelado a partir de las abundancias de la columna.
En la Tierra, el mismo proceso proporciona energía a ecosistemas enteros alrededor de los respiraderos hidrotermales.
Los investigadores de San Antonio sugieren que el material de vapor y partículas por el cual Cassini voló contenía hasta 1.4 por ciento en volumen de hidrógeno molecular y hasta 0.8 por ciento de volumen de dióxido de carbono, ingredientes críticos para un proceso conocido como metanogénesis, reacción que sostiene a los microbios en la profundidad de la Tierra.