San Cristóbal de Las Casas, Chis.

La tzotzil Rosa Girón Díaz, de 60 años, analfabeta y monolingüe, está en la cárcel desde el 29 de enero pasado acusada de homicidio por su hijo, Hilario Dianey Pérez Girón, por oponerse a que éste la despojara de su parcela y su casa, ubicadas en la comunidad de Tzomoltón, municipio de Chalchihuitán, denunciaron las abogadas Lilia Íñiguez Hernández y Marcela Fernández Camacho, de la Organización de Defensa de Derechos Humanos de las Mujeres.

Explicaron que Pérez Girón acusó a su madre de asesinar a su padre, Manuel Pérez, quien falleció en 2008 debido a que, en estado de ebriedad, ingirió un herbicida llamado Gramoxone. Está presa por ser mujer, pobre e indígena que no sabe leer ni escribir, subrayaron.

Argumentaron que existen muchas irregularidades en el proceso, pues en 2008 se cerró el expediente por la muerte de Manuel Pérez con sólo un peritaje expedido por el médico forense a partir de un mero análisis visual del cadáver, pues por usos y costumbres no se le practicó la necropsia. Además, las pruebas presentadas por Rosa Girón no han sido tomadas en cuenta.

Íñiguez Hernández y Fernández Camacho pertenecen al equipo interdisciplinario formado a partir del convenio entre las universidades de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y Complutense de Madrid, que desde hace ocho años brinda acompañamiento sicosocial y jurídico a mujeres presas en la entidad.

Afirmaron que pobladores y autoridades de Tzomoltón acordaron en asamblea restituir los bienes a Rosa Girón, pues se acreditó que es la legítima propietaria, pero su hijo, quien fue expulsado de la comunidad, acudió al Ministerio Público y el juez Williams Hernández Ovando libró orden de aprehensión, por lo que el 29 de enero fue detenida.

En entrevista refirieron que Manuel Pérez, esposo de Rosa y padre de Hilario –el mayor de seis hijos–, falleció en 2008. El día del envenenamiento su padre llegó borracho, pidió comida y cuando Rosa le dijo que nada tenía se puso violento, como solía ocurrir cuando bebía.

Rosa pidió auxilio a las autoridades, pero no estaban los agentes, y cuando regresó encontró a Manuel vomitando y le dijo que había ingerido Gramoxone, por lo que avisó a sus hijas y les pidió ayuda para trasladarlo a un hospital de San Cristóbal, donde murió poco después.

Recordaron que en esa ocasión Hilario declaró ante un agente del Ministerio Público que la familia estaba consciente de que lo sucedido a su padre había sido un accidente, por lo que pidió que no se le hiciera la necropsia, amparado en los usos y costumbres.

Indicaron que el próximo jueves un grupo de magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado resolverá el caso, pues el abogado de oficio apeló del auto de prisión. Por las irregularidades contenidas en el expediente penal 97/2016, esperamos que dicten su liberación, agregaron.