La cobertura de vacunación en México está por arriba de 90 por ciento y la mejor manera de comprobar el efecto de esta estrategia de salud es el resultado: los niños no se enferman ni mueren por males que pueden prevenirse con las inmunizaciones, afirmó el secretario de Salud, José Narro Robles.

Resaltó la importancia de “no bajar la guardia frente a estos padecimientos, los 14 que están incluidos en el Programa Nacional de Vacunación, ni respecto de otros males infecciosos que pueden resurgir por carencias sociales como las de agua potable, higiene y saneamiento.

Eso ya lo hemos vivido en el país, señaló en referencia al cólera, que en los años 90 resurgió luego de décadas de no registrarse ningún caso.

Ayer se inauguró la decimoquinta Semana de Vacunación de las Américas, en la sede de la Secretaría de Salud (Ssa), con una ceremonia que fue encabezada por Narro y la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.

La funcionaria, también representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la región, entregó a México el certificado por la eliminación del tracoma, principal causa de ceguera infecciosa en el mundo. Etienne resaltó que el país es el primero en América y el tercero a escala global en lograr este objetivo.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri, comentó que en 1923 se reportaron los primeros casos de la enfermedad, y en 2016 se presentó a la OMS el expediente con las evidencias de que no se transmite más. La acción más relevante, indicó, fue el cambio en las condiciones de vida de las personas, a fin de garantizar las medidas de higiene individual y en sus hogares.

En esa ceremonia también se entregaron reconocimientos a los trabajadores de la salud de Chiapas y Oaxaca, quienes realizaron el trabajo de prevención y promoción de la salud para la eliminación del tracoma y la oncocercosis.

El secretario de Salud comentó que otras enfermedades de la pobreza que serán eliminadas en el territorio nacional a corto plazo son la lepra y la rabia. Otros pendientes son la enfermedad de Chagas y el paludismo, aseveró.

También destacó la labor del personal sanitario, que realiza su trabajo aún en las condiciones más adversas, así como para aplicar las vacunas, incluso en las zonas más alejadas y de difícil acceso del país.

Estas actividades contribuyen, junto con el compromiso de la sociedad, a romper el circuito perverso de la pobreza, enfermedad e ignorancia, para mejorar las condiciones de vida y lograr que la salud cumpla su función de igualador social.

La primera parte de ese acto oficial se dedicó a la Semana de Vacunación de las Américas. Etienne comentó que durante las 15 ocasiones en que se ha llevado a cabo esta actividad, más de 640 millones de personas han sido vacunadas, por lo que se han podido eliminar la rubéola, el síndrome de rubéola congénita y el sarampión, así como mantener a los países de la región libres de poliomielitis.

Si bien las naciones han ido aumentando el número de biológicos en sus programas de inmunización, enfrentan un reto financiero para adquirir los nuevos productos de muy alto costo. Es difícil, incluso para la OPS, que por medio del fondo rotatorio ha apoyado a naciones de bajos ingresos a obtener las vacunas a precios más bajos.

Para poder mantener estos beneficios respecto de las vacunas nuevas debe darse la negociación de los precios con los laboratorios farmacéuticos y los países comprometerse a comprar grandes volúmenes de los biológicos. El objetivo es que la negociación convenga a ambas partes, apuntó.

Narro Robles señaló que en el caso de México la vacunación es un programa fundamental, por lo que las restricciones presupuestales no tendrán ningún impacto en la compra y administración de biológicos. Eso, sostuvo, sería un descuido imperdonable.