El ex presidente Carlos Salinas de Gortari (CSG, 1988-1994) expresó su deseo de lograr un avance positivo en las relaciones actuales entre México, Estados Unidos y Cuba, aunque reconoció que es más complicado lograr el éxito cuando las negociaciones se inician con un descontón.

“Es difícil negociar cuando se quiere empezar, como decimos en el lenguaje coloquial mexicano, con un descontón.

Parece ser que la experiencia de negociación que tiene (Donald Trump) es sobre bienes raíces y no respecto a las relaciones entre países, expresó al término de la presentación del libro de su autoría Muros, puentes y litorales, realizada anoche en el Club de Industriales, en Polanco.

El libro es un recuento de hechos históricos en la región y también un anecdotario de su papel como intermediario en la difícil relación entre Estados Unidos y Cuba.

Relató, por ejemplo, cuando en el último tramo de su mandato, en agosto de 1994, recibió una llamada telefónica del presidente estadunidense Bill Clinton para que indagara la opinión de su homólogo cubano Fidel Castro, con quien Salinas mantuvo contacto incluso después de dejar Los Pinos.

Para tan alta gestión echó mano del escritor Gabriel García Márquez, pero sobre todo, anotó, de la discreción que requería esta diligencia.

Fue entonces cuando señaló que es difícil empezar a negociar con un descontón.

Estaremos atentos para que haya ese clima constructivo y no con muros como los que se erigieron en el pasado, como el embargo económico de Estados Unidos a Cuba.

Hay maneras de poder construir este diálogo. Si se hizo entonces, se puede ahora, dijo.

En el acto estuvieron presentes algunos de sus antiguos colaboradores en el gobierno, como el embajador Andrés Rozental.

–¿Trump revertirá lo que hizo el presidente Obama en Cuba? –se le preguntó.

–No sé, habría que preguntarle a él, pero esperemos que los avances tan positivos en la distensión y la creación de condiciones de concordia entre los países sigan adelante para beneficio de nuestras naciones, es la única manera de construir condiciones de justicia y seguridad para estos tres países.

En primera fila, en el salón especialmente resguardado por elementos de seguridad, estuvieron Silvia Lemus, esposa del fallecido escritor Carlos Fuentes; la esposa del ex mandatario, Ana Paula Gerard, y su hija, Cecilia Salinas Occeli.