Aunque el matrimonio o el embarazo tempranos parecen ser su propio deseo, ante condiciones de desventaja y desprotección, para las niñas son de las pocas posibilidades que tienen para adquirir un rol social, salir de ambientes de violencia y mejorar su propia lógica de sobrevivencia, señaló Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).

No es fortuito, dijo, que la mayor parte de matrimonios tempranos ocurran en comunidades pobres, indígenas y zonas conurbadas, y acciones totalmente injustificadas, se convierten en una alternativa aparentemente voluntaria.

En 2015, 30 mil niñas menores de 18 años se casaron, en contraste con 5 mil 266 niños, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pérez García indicó que ellas, en su mayoría, un año después de haberse casado ya tienen un primero o incluso segundo hijo si el embarazo fue una de las causas que las guió a unirse con su pareja.

Y si las menores acudían a la escuela, por esta situación desertan. Nueve de cada 10 embarazadas no continúan con sus estudios porque son discriminadas.

Además, en el entorno social y familiar ser madre significa ya no tener un proyecto de vida personal. El titular de Redim señaló que ni el Estado ni sus instituciones tienen dispositivos ni programas para ofrecerles otras alternativas, por ejemplo, acceso a la educación o a actividades económicas que les permitan no depender de otros para lograr una existencia social.

En entrevista aparte, Ricardo Bucio Mújica, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas y Niños y Adolescentes, señaló que el matrimonio infantil se ha permitido en México durante muchísimos años. Hasta 2016, dijo, de las 32 entidades federativas 29 establecían el mínimo de 18 años para casarse, pero sólo siete no daban posibilidad a que hubiera excepciones y dispensas; es decir, en 25 entidades federativas podían casarse personas en edades de 14, 16 y hasta 12 años.

Sólo ocho estados permiten el matrimonio temprano o tienen dispensas jurídicas antes de los 18 años: Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Guerrero, Tabasco, Querétaro y Guanajuato.

Bucio Mújica dijo que esta situación incrementa el riesgo de violencia intrafamiliar, deserción escolar, e igualmente bajo nivel de ingresos en la vida adulta y menos capacidad de desarrollo humano. Temas que en general podríamos decir son una obstaculización a sus derechos y libertades.

Rebeca Ramos, integrante del Grupo de Información en Reproducción Elegida, dijo que existen casos de adolescentes que presentaron amparos contra la prohibición absoluta de casarse hasta después de los 18 años de edad, muestra de una posible violación a sus derechos a formar una familia, a la vida privada y a la libertad.