Voy a seguir diciendo lo que digo en mis espectáculos y en el teatro. No difamo a nadie ni son mentiras. Además, lo hago mediante el humor, de forma lúdica, dice a La Jornada el actor y comediante Héctor Suárez, paniqueado porque en días pasados, en Morelos, fue amenazado de muerte junto con su familia por hablar, según él, de la situación política del país.

Suárez ya denunció la amenaza ante la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Gobernación (Segob), confirmó a este medio por teléfono.

Relata que hace unos días fue al supermercado y que mientras le hacían la cuenta fue al baño. Al entrar al sanitario un tipo se le aparece y con la mano lo avienta contra los mingitorios; le pone una pistola en la nunca y le dice: Como voltees te rompo tu puta madre, hijo de la chingada. Cuiden que no entre nadie, dijo a presuntos acompañantes.

Luego, cuenta Suárez, el tipo le menciona el nombre de sus dos hijos –una de cinco y otro de 18–, así como el de su esposa, y lo amenaza diciéndole que no se metiera con el gobierno.

A mi mujer la calificó de puta... y me reiteró que si no le bajaba de güevos me iban a romper mi madre. Claro que me oriné (en el pantalón).

El actor reconoce que sus sketches y discursos le han representado adversidades desde que aparecía el programa ¿Qué nos pasa?, pero nunca había vivido este tipo de violencia.

Me amenazaban, pero de ahí no pasaba... porque quien quiere darte en la madre no te avisa. Esto nunca me había pasado, vaya, con tanta rabia del tipo y su violencia verbal y amenazas.

Asegura que ya denunció ante PGR y Segob, donde lo trataron muy bien.

Quiero pensar que a todo mundo lo tratan como me han tratado a mí de bien. Me atendió el propio subsecretario de Derechos Humanos, Roberto Campa, y (el titular de la dependencia) Miguel Ángel Osorio Chong giró orden de inmediato para protegerme. También supe que mandó el recado de que quería verme.

Dice que tomó la decisión de denunciar públicamente porque es lo que todos deberían hacer en estos casos. Yo me cuido solo y si me dan en la madre que me den, pero a mi familia no. Que no sean ojetes y cobardes.

Insiste en que no le debe nada a nadie. Bueno, “sólo le debo dos días de sueldo a algunos actores del montaje Estoy loco, porque no les he podido pagar”, ironiza.

Pero nada más. Ni siquiera me chingo los jabones de los hoteles, finaliza.