Habitantes del corredor de Las Águilas –que va de Barranca del Muerto a Villa Verdún– en la delegación Álvaro Obregón, decidieron organizarse y colocar mantas en diversas calles y en las fachadas de sus casas con la leyenda: ¡Vecinos en alerta! Monitoreamos y denunciamos de inmediato cualquier persona o situación sospechosa, en un intento por inhibir la delincuencia que golpea esa zona residencial.

Ya no sabemos qué hacer. En la calle Cordilleras pusimos primero un vigilante, después una pluma y por último una reja, pero con todo y eso continúan los asaltos. El más reciente fue cuando siguieron a un vecino desde el banco, le dispararon para quitarle el dinero y al guardia lo golpearon, contó una de las vecinas.

A decir de los residentes, la quietud que se observa en las calles de las colonias del corredor –de antiguas casonas con amplios jardines– es trastocada por los hechos delictivos, que varían según la zona. La comunidad tiene plenamente identificados los focos rojos, pero aun con la presencia de policías nada detiene a los malhechores.

De la Liga Maya a Periférico, sobre Barranca del Muerto, se hace un tráfico vial terrible y asaltan a los automovilistas. Los amagan con pistola en la ventanilla, les quitan sus pertenencias y huyen en sus motos. Hay un video que se hizo viral en las redes sociales, pero la mayoría de los casos no salen a la luz , relataron.

En las calles aledañas a la Preparatoria 8 y la Barra de Abogados las víctimas son estudiantes, a quienes les roban los celulares. Lo mismo sucede en las paradas de los camiones. El otro día a un joven lo dejaron descalzo, y al lado está ubicado un módulo de policía.

Los negocios no están exentos de los robos. Una tienda de conveniencia ubicada en Gutiérrez Zamora y Torrente es cliente frecuente de la delincuencia. Dos o tres veces a la semana los asaltan, ya ni oponen resistencia, comentaron.

El robo a casas y el de autopartes son otros de los delitos recurrentes. Los vecinos aseguraron que los carros amanecen sin llantas y en tabiques, a otros les dan cristalazos. Una de las afectadas, que vive sobre la calle Ribera, contó que frente a su casa desvalijaron su automóvil y a los 15 días regresaron por la batería.

Además de las mantas, los colonos se organizaron para realizar rondines nocturnos. Empezaron 120 personas, pero ya quedan 16, porque tienen miedo, han agarrado a delincuentes, pero si la víctima no acude al Ministerio Público los sueltan, expresaron.

De acuerdo con datos de la Procuracuría capitalina, en el primer cuatrimestre del año, en la delegación Álvaro Obregón se interpusieron 4 mil 30 denuncias por delitos del fuero común.