La libertad de expresión en México ha logrado avances sustanciales en algunas vertientes, como el acceso a la información para documentar fenómenos graves de corrupción, pero el país ha sido incapaz de garantizarla en ámbitos periodísticos de cobertura sobre el crimen organizado, cuando debería ser el Estado el que asegurara el flujo de información, sostiene Issa Luna Pla, del Instituto de Investigaciones Jurídicas Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fundadora del Grupo Oaxaca.

Subraya que la ausencia de datos oficiales sobre un fenómeno con creciente peso económico, político y social ha obligado a los periodistas a documentar, por otras vías, al crimen organizado, arriesgando sus vidas para reflejar una realidad ineludible. Luna Pla advierte de la necesidad de que el Estado refuerce los protocolos y mecanismos de protección que eviten mayores pérdidas de vidas entre los periodistas.

En tanto, Pablo Reyna Esteves, director de Programas de Incidencia de la Universidad Iberoamericana, sostuvo que los asesinatos de periodistas en México exhiben la ausencia del estado de derecho, la podredumbre de las instituciones y la colusión de funcionarios con el crimen organizado.

Indicó que el asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, fundador del semanario Ríodoce y corresponsal La Jornada, ha estremecido a la sociedad.

Por su parte, la especialista en ámbitos de transparencia y libertad de expresión, Luna Pla sostiene que desde que se impulsó la demanda de acceso a la información, el objetivo claro era garantizar la libertad de expresión y fortalecer, entre otros aspectos, la forma de hacer periodismo, lo cual se refleja ahora con investigaciones más sólidas y consolidadas sobre temas de corrupción. Hoy, incluso, contar con leyes de transparencia se ha convertido en una especie de certificado o medalla de los gobiernos.

Reyna Esteves subrayó que la avalancha de dolor que abruma lo que aún queda de México parece no tener fin. Semana tras semana, después de que han sido asesinados, conocemos los nombres, el trabajo y la lucha de periodistas, mujeres, hombres, defensores de los derechos humanos y del medio ambiente, familiares de víctimas de desaparición, luchadores por la vida y la justicia.

El académico recordó que el 10 de mayo fue asesinada Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, del Colectivo de Desaparecidos de San Fernando, y que el 3 de mayo fue asesinada Lesvy Berlín Orozco Martínez, de 22 años, en Ciudad Universitaria.