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La violencia de los cárteles obligó a la publicación a cubrir de lleno el crimen organizado

Semanario Ríodoce: referente nacional sobre el narcotráfico y orgullo de Javier Valdez

Pese a sus limitaciones financieras, se ha erigido en una valiente plataforma de denuncia

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Puerta de la oficina del escritor y periodista Javier Valdez Cárdenas en el semanario Ríodoce, publicación de la que fue cofundador. Allí se lee, entre otros mensajes: Unidad de Investigación. Unidad por ser uno. Alguien agregó a mano: Se investiga uno mismo y Don jefe ValdezFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de mayo de 2017, p. 8

Culiacán, Sin.

La oficina es austera, con menos de una docena de computadoras distribuidas en un pequeño piso rentado de paredes verdes. Desde esta redacción, y a pesar de las amenazas, el semanario Ríodoce, que cofundó el periodista asesinado Javier Valdez, es un referente de investigación en México.

Llaman la atención las pocas medidas de seguridad. La entrada del edificio, en el centro de Culiacán, está siempre abierta y sin cámaras, y la puerta de acceso a la publicación no está blindada. Ejemplares de diarios antiguos se amontonan en los pasillos. El despacho de Valdez Cárdenas, asesinado el lunes a los 50 años, es diminuto: una mesa sencilla, cajas con archivos en el suelo, un teléfono, una impresora, una fotografía enmarcada, varios post-its en la pared y un par de portadas de Ríodoce.

Trabajo periodístico

El periodista, quien también era colaborador de la Agencia France Presse (Afp) y corresponsal del diario La Jornada, pegó en su puerta un aviso: Unidad de Investigación. Unidad por ser uno. Alguien con sentido del humor agregó a mano: Se investiga uno mismo.

Le interesaba esta combinación entre el trabajo periodístico de investigación y la prosa, cuenta Ismael Bojórquez, otro de los fundadores, junto a Valdez, de Ríodoce.

Así lo atestiguaba Malayerba, la columna que escribía cada semana desde 2003.

El estallido de la violencia provocada por los cárteles arrolló al semanario, que se vio obligado a entrarle de lleno a la cobertura del narcotráfico.

Marcamos ciertas líneas (a no cruzar) y ciertos cuidados (a seguir). No podíamos no cubrir el tema en un estado como Sinaloa. O lo haces o te haces pendejo, subraya Bojórquez.

No sé qué línea cruzamos

Ríodoce tiene muchas limitaciones, empezando por su financiación. Cuarenta por ciento de sus ingresos proviene de las ventas, pero cada ejemplar cuesta 10 pesos y la versión digital es gratuita. Cada semana distribuye unos 8 mil ejemplares.

Pese a ello se ha establecido como una plataforma de denuncia con una gran red de contactos, en un país donde rige la autocensura por las constantes amenazas. Su valentía le valió en 2011 el premio Maria Moors Cabot, de la Universidad estadunidense de Columbia.

Muestra de su coraje y conexiones, el 19 de febrero sacó en portada la entrevista que Valdez hizo a un enviado de Dámaso López, El Licenciado, mano derecha del líder del cártel de Sinaloa Joaquín El Chapo Guzmán y detenido el 2 de mayo.

Así, El Licenciado negó haber atacado a los hijos de El Chapo, como ellos afirman, y dijo ser amigo de Ismael El Mayo Zambada, otro estrecho colaborador del Chapo.

Pero la entrevista provocó mucha molestia entre los hijos de Guzmán y la facción de El Licenciado, reconoce Bojórquez. El día de la publicación, unos hombres siguieron al repartidor de los periódicos para comprarlos y evitar que estuvieran en circulación.

No sé qué línea cruzamos, pero el contexto en el que matan a Javier se va prefigurando tras publicarla.

Acosado por la inseguridad, La Jornada propuso a Valdez mudarse a otro estado o incluso salir del país por un tiempo.

El lunes todavía tocamos el tema. Le pregunté que cómo iba con eso y dos horas después..., explica sin terminar la frase, alzando la cejas y negando con la cabeza. Pero nos vimos muy lentos.

Vamos a seguir

Imprimir Ríodoce tiene costos muy altos, más aún si se comete un error. La fe de erratas no basta.

Hace dos años se publicó la foto de un gatillero con el nombre de otro. Siete hombres irrumpieron en la redacción reclamando el fallo, entre ellos el ofendido.

El semanario retiró todos los ejemplares distribuidos y en otra edición se excusó, pero no fue suficiente. Querían dinero, afirma Bojórquez.

Tras el asesinato de Valdez, que subió a cinco los periodistas muertos en 2017 además de un escritor que tenía un programa de radio, Ríodoce se propone reforzar su seguridad.

Ya lo intentó hace un tiempo acudiendo a la agrupación Artículo 19, pero el proyecto no prosperó, asegura Bojórquez.

Me preocupan mucho los reporteros. Yo no quiero cámaras en mi casa, pero aquí sí y hasta un vigilante, pide.

Vamos a tener un poco más de cuidado

A pesar de la tragedia, el semanario está decidido a seguir la misma línea editorial. No vamos a cambiar lo que estamos haciendo. Vamos a seguir caminando, vamos a seguir haciendo lo que estamos haciendo, (aunque) obviamente vamos a tener un poco más de cuidado, explica.

El jefe de información, Andrés Villanueva, baja la mirada y se toma unos minutos antes de responder la misma pregunta.

Es difícil tener un pensamiento claro con lo que ha ocurrido. Después de lo que se han atrevido a hacerle a un hombre tan visible, no puedes dejar de sentirte mucho más vulnerable, reflexiona.