Caracas.

Partidarios del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y opositores midieron fuerzas nuevamente este lunes con masivas movilizaciones, en una jornada en la que se reportó la muerte de tres personas en el estado de Barinas, y la quema de medio centenar de autobuses en la entidad de Bolívar, en un hecho del que ambas partes se responsabilizaron mutuamente.

De acuerdo con el más reciente balance de la fiscalía, las protestas que empezaron el 1° de abril han dejado 51 muertos y casi un millar de heridos.

La fiscalía informó que hubo disturbios en el pueblo de Los Pozones, en el occidental Barinas, estado natal del fallecido presidente Hugo Chávez, durante las protestas contra Maduro.

Agregó que la vieja casa en Barinas donde Chávez pasó parte de su infancia fue incendiada por manifestantes enmascarados que también prendieron fuego a las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral, del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, y del Instituto Estatal de Vivienda, dijo el diputado opositor Pedro Luis Castillo a la agencia Ap.

Agregó que los manifestantes atacaron y tomaron una instalación de la Guardia Nacional.

En Caracas, la policía dispersó a unos 20 mil manifestantes –según cálculos de Afp–, entre ellos integrantes de la Federación Médica Venezolana, que protestaron por la catastrófica situación de los hospitales ante la falta de insumos, equipo y medicamentos.

Seguidores del mandatario se concentraron en el Palacio de Miraflores, en Caracas, un día antes de una megamarcha por la paz convocada por Maduro luego de que el fin de semana opositores prendieron fuego y apuñalaron a un chavista.

El líder opositor Henrique Capriles declaró que el gobierno pretende deslegitimar las manifestaciones antichavistas.

En tanto, la cancillería denunció la presencia de unidades de combate colombianas en la frontera común, a lo que Bogotá respondió que los vehículos están desplegados ahí (departamento de La Guajira) desde 2015 para hacer tareas de vigilancia y en cumplimiento de acuerdos bilaterales.