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Brad Berg colaboró en forma gratuita con las autoridades por más de una década

Investigador voluntario ayudó a acabar con el cártel de los Arellano Félix en EU
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de mayo de 2017, p. 10

Fargo, Dakota del Norte.

Luego de las condenas de más de 70 personas, las autoridades de Dakota del Norte dicen que prácticamente desmantelaron un violento cártel de traficantes de drogas mexicanos, en una investigación que involucró cientos de agentes durante unos 12 años. Pero nadie incidió más, según afirman, que un investigador obstinado y meticuloso que trabajó gratis.

Brad Berg ayudó a vincular a un traficante mexicano que se instaló en Dakota del Norte con el cártel de los Arellano Félix y varias figuras importantes de esa banda. Ahora que el caso está casi cerrado, excepto por un sicario que pelea para no ser extraditado a Estados Unidos, Berg es elogiado por sus colegas tras circular documentos que salieron por primera vez a la luz pública y que revelan el papel vital que desempeñó.

Berg investigó todas las conexiones en un complejo caso que fue juzgado en tribunales federales de Dakota del Norte. Llegó a pasar semanas enteras de corrido en el sur de California, trabajando con agentes locales, interrogando sospechosos y examinando espantosas escenas de crímenes. Aprendió español y leyó diarios mexicanos cotidianamente. Un momento clave en la investigación fue cuando identificó a uno de los líderes del cártel gracias a su apodo.

Agentes antidrogas de San Diego pronto se dieron cuenta de que los conocimientos de Berg sobre la banda eran invaluables, según comentó al agente del Departamento de Justicia de California Steven Duncan.

Nos decía cosas que nosotros no sabíamos. Nos abrió muchas puertas y nos permitió dar con un nuevo grupo de gente, indicó Duncan. No podíamos creer lo organizado que era. Tenía acceso a toda la información, a todos los informes. Tenía cronogramas de todo. Eso le dio credibilidad inmediata.

Lo que Duncan no sabía es que Berg trabajó gratis desde que comenzó a colaborar con las autoridades en 1995, hasta que se jubiló en 2013.

Berg calcula que donó más de 25 mil horas de trabajo a los organismos que luchan contra el narcotráfico, que le hubieran generado un millón de dólares en sueldos y beneficios.

No sé de nadie que trabaje gratis, dijo Chris Myers, fiscal federal de Dakota del Norte y quien dirigió la investigación del cártel. Eso es lo que lo hace alguien tan especial.

La lucha contra los cárteles se transforma en una obsesión, señaló Berg. Y no siempre es una obsesión bien vista.

La colaboración con la policía fue la última de varias actividades que tuvo Berg, quien vendió maquinaria agrícola, fue agente de bienes raíces, granjero y finalmente abogado, la profesión que menos le gustó.

Dejó de ejercer para poder pasar más tiempo con su esposa y sus hijos. Luego se puso a buscar alguna actividad benéfica y decidió ayudar a las autoridades. Le pareció algo que podía hacer, según comentó.

Ahora jubilado y viviendo en otro estado, Berg, de 65 años, empezó a trabajar como voluntario con la policía del condado de Cass, en Fargo. A los 51 años fue a la academia policial y se unió al Departamento de Policía de West Fargo. Dijo que ganó valiosa experiencia entregando órdenes de arresto, algo que le enseñó cómo encontrar sospechosos y entablar relaciones con delincuentes. Pronto se ganó fama por su memoria y su capacidad para resolver problemas complejos.

Es terriblemente inteligente. Casi autístico, dijo el ex jefe de la policía de West Fargo, Arland Rasmussen. Puede darte nombres, fechas y números.

James Fontaine, fiscal de California, destacó las aptitudes de Berg como investigador durante una audiencia sobre el cártel de los Arellano Félix. Fontaine notó que él leía a diario boletines policiales sobre los grupos criminales mexicanos, incluidos los asesinatos del día, las detenciones y otras actividades ilícitas. Agregó que pacientemente traducía artículos de la prensa mexicana sobre los cárteles.

Berg comenzó a trabajar en el caso en 2005, cuando Rasmussen lo recomendó a una fuerza de tarea de la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés). estaba llevando a cabo la Operación Speed Racer cuando Jorge Sneaky Arandas, un traficante de Tijuana que operaba en Red River Valley, ordenó el asesinato de un individuo de Minnesota en relación con el pago de poco más de dos kilos de metanfetaminas.

El investigador voluntario ayudó a comprobar que el asesino estaba vinculado con la banda de los Arellano Félix y empezó a trabajar con los agentes de San Diego.

Intentó retirarse en 2009, pero regresó en menos de un año. Lo llamaron hacia el final de la guerra entre los Arellano Félix y el cártel de Sinaloa encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.

Berg declaró como testigo experto en el caso contra tres miembros de los Arellano Félix, acusados en relación con un asesinato. Al declarar en el juicio en 2011, Berg soltó los nombres de colaboradores de la organización, como El Nalgón, Cotorro, Chollo, El Pit, El Gus, El Teo y Cinco-Cuatro.

Instruyó luego a agentes que investigan el narcotráfico y escribió un documento llamado Una breve historia de la organización de los Arellano Félix, que ha sido muy usado por agentes antidrogas.

Berg dice que ahora pasa su tiempo escribiendo la historia de su familia. Aceptó ir a Fargo a declarar si la persona acusada del asesinato, Juan Francisco Sillas Rocha, va a juicio.

Esperamos que sea extraditado por México y pueda ser juzgado en Fargo, declaró Myers. Esa sería una gran satisfacción.