La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cuenta sólo con 6.2 millones de pesos para el mejoramiento de la calidad del aire. Se trata de recursos destinados al desarrollo de los ProAire en las entidades. La meta de este año es elaborar tres programas para llegar a 19, y aún no está considerado el de la megalópolis, de acuerdo con el plan anual de trabajo de la dependencia.

Por su parte, Rafael Pacchiano, titular de la Semarnat, admitió que hay retraso en la elaboración del programa ProAire de las seis entidades que integran la megalópolis (estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y Morelos). Agregó que este año se concluirá y señaló que las contingencias ambientales de los días recientes no se comparan con los índices de contaminación de los años 90, que llegaron a 400 puntos Imeca ni con los de 2016, que eran de 180.

Avances en reforestación, señala

Apuntó que no hay niveles de contaminación para tomar medidas más drásticas. Señaló que hay avances en reforestación, área en la que se ha cubierto 80 por ciento de la meta nacional, pero no precisó el avance en la megalópolis.

En los ProAire se establecen compromisos de reducción de emisiones a la atmósfera según las fuentes contaminantes con la participación, en su desarrollo y aplicación, de la sociedad, empresas, academia y los tres órdenes de gobierno. Esos programas cuentan con medidas concretas para el abatimiento y control de emisiones de contaminantes y sus precursores, explica la dependencia en su programa anual de trabajo.

En 2017 el rubro de programas de mejoramiento atmosférico y de verificación vehicular cuenta con 6 millones 262 mil pesos, de los cuales se han ejercido 11 mil y está a cargo de la Dirección General de Calidad del Aire y Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes.

Actualmente, hay programas ProAire vigentes en valle de México, Mexicali, Toluca, Tijuana, Puebla, Salamanca, León, San Luis Potosí, Querétaro, Oaxaca, Tlaxcala y Nogales, así como en Jalisco, Michoacán, Durango e Hidalgo.

Por su parte, Gustavo Ampugnani, de Greenpeace, afirmó que las medidas actuales lo único que hacen es administrar y dar continuidad al problema, porque no lo atacan desde la raíz.

En su momento fueron pensadas para mitigar la contaminación y resultaron útiles para ello; sin embargo, la realidad ha cambiado, la demanda de transporte y el parque vehicular se han incrementado, no sólo como consecuencia del crecimiento poblacional, sino como resultado de las mismas políticas de mitigación impulsadas por las autoridades: el programa Hoy no Circula y la verificación, indicó.

Dijo que se siguen aplicando medidas que los gobiernos adoptaron desde los años 90, como contingencias ambientales, Hoy no Circula y retirar unidades contaminantes. Desde la década de los 60 se ha documentado la contaminación del aire en el valle de México y en lugar de invertir en transporte público se canalizaron recursos para infraestructura destinada a los vehículos particulares.