Asentada en los límites con el estado de México, la unidad habitacional La Colmena, en la delegación Iztapalapa, se ha convertido en tierra sin ley, donde pandillas de jóvenes no dan tregua a sus moradores, quienes han visto un incremento en ilícitos como robo de vehículos y casas, así como asaltos a transeúntes y camiones repartidores.

Cifras de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México colocan a la delegación Iztapalapa en el segundo lugar en el número de delitos, al registrar durante abril 2 mil 331 carpetas de investigación por denuncias de ilícitos de alto y bajo impacto.

Los vecinos señalaron que se realizan operativos policiacos, pero sólo sobre las vialidades primarias, sin entrar a los andadores, donde se guarecen los delincuentes.

Uno de los puntos más conflictivos, agregaron, se ubica en el tramo de la calle Salvador Carranco y Sentimientos de la Nación, a una cuadra de la avenida Texcoco, que divide a la unidad de Ciudad Nezahualcóyotl, donde por las noches se encuentra en penumbras, pues desde hace tres meses han solicitado sin éxito la renovación de las luminarias a las autoridades delegacionales.

Los estacionamientos de la unidad son utilizados para guardar carros robados, que anteriormente eran cubiertos, pero ahora ya no se toman la molestia. Hay quienes tienen rejas y guardan ahí sus coches, pero los que nos quedamos en el centro es común que lleguemos y nuestro lugar esté ocupado por otro vehículo, y ni a quien decirle nada, expusieron.

En la contraesquina de este sitio se encuentra un módulo de policía, que la mayoría de las veces está vacío, pero aún con uniformados no hay garantía de seguridad.

Dos agentes no podemos enfrentarnos a 10 chamacos drogados, porque nos va peor, las mismas familias los protegen. Si agarras a uno se te van encima, admitió uno de los oficiales consultados que se encontraba en el lugar.

A principios de este mes, del otro lado de la avenida Texcoco tres policías fueron abatidos por un grupo de delincuentes que cometían un asalto en las oficinas del PRI en Nezahualcóyotl, mientras que de este lado una persona de la tercera de edad fue rescatada tras ser secuestrada por un grupo de jóvenes.

La Colmena es tristemente célebre por su alto índice delictivo, pero también por el desorden en sus áreas comunes. Un gimnasio al aire libre es utilizado por un grupo de 15 jóvenes que todas las noches salen a drogarse.

Otra irregularidad es que los colonos amplían sus viviendas hacia los andadores, sin que ninguna autoridad ponga freno.

Uno de los casos más recientes es el de una vecina que decidió apropiarse de la esquina del andador Anastasio Alcántara y Bombero Jesús Álvarez.

Los vecinos consideraron que se requieren más de dos policías para vigilar una de las zonas con más delitos de la delegación, por lo que instaron a las autoridades, a quienes les han enviado una infinidad de escritos, a tomar cartas en el asunto.