Caracas.

Miles de opositores marcharon este lunes en Caracas en lo que definieron como el inicio de una etapa de mayor presión contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su proyecto de Asamblea Constituyente, al tiempo que el chavismo también se movilizó en respaldo a la iniciativa para reformar la Constitución.

Los opositores intentaron avanzar por la principal autopista de la capital hacia la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas, pero fueron bloqueados por militares que lanzaron bombas lacrimógenas, chorros de agua y perdigones.

Los antichavistas respondieron con piedras, bombas molotov, palos, botellas y puputovs (bombas de excremento).

En medio de la refriega el ex candidato presidencial Henrique Capriles resultó afectado por gas lacrimógeno, y el diputado opositor Carlos Paparoni sufrió una herida en la cabeza.

También se reportaron disturbios en las zonas este y oeste de la capital.

Se trató de las primeras manifestaciones después de que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó el domingo a escalar las protestas.

Mientras, una importante avenida del centro, donde se ubican oficinas públicas y que conduce al palacio presidencial de Miraflores, amaneció bloqueada con vallas metálicas de la Guardia Nacional. El chavismo marchó hacia El Calvario, emblemático paseo de la zona, para respaldar la Constituyente.

También hubo protestas en otras ciudades, como San Cristóbal, en el estado Táchira, donde dos taxis y un autobús fueron quemados para bloquear vías.

Militares detuvieron ayer el avance de opositores que trataban de llegar a las oficinas de la Defensoría del Pueblo, en el centro de CaracasFoto Ap

Las protestas, que comenzaron a finales de marzo a raíz de dos sentencias que dictó el Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y que luego revirtió, han dejado al menos 60 muertos y más de mil 100 heridos, cifras que ya superan los registros de afectados en las protestas antigubernamentales de 2014.

El presidente Nicolás Maduro defendió su iniciativa de convocar a una Constituye, proceso que definió de esencia del legado del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013), quien impulsó la actual Constitución al llegar al poder, en 1999.

El legado de Chávez está vivito y coleando, duélale y árdale a quien le quiera arder, sentenció Maduro durante la activación en Caracas del comando constituyente Zamora 200.

En su opinión, quienes atentan contra la imagen de Chávez son aquellos que están preparando la negociación para entregar el poder a los enemigos de la patria.

Dijo que la negativa de la MUD a dialogar obedece a una supuesta orden de la nueva administración de Estados Unidos. Cualquiera pensaría que no podría llegar nada peor que (Barack) Obama (2009-2017), pues, señoras y señores, ha llegado algo peor y más horripilante: el gobierno de Donald Trump y los extremistas de derecha, resaltó Maduro.