El subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alberto Begné Guerra, señaló que en 50 municipios y ciudades del país se cometen la mitad de los delitos de alto impacto. Tijuana, Colima, Acapulco y Ecatapec se encuentran entre los 10 primeros lugares. La violencia que sufrimos tiene que ver con la lucha al crimen organizado para el trasiego de drogas al mercado de drogas más grande del mundo que es Estados Unidos.

El combate al crimen, dijo, no sólo debe estar en manos de las fuerzas armadas, sino con programas sociales y políticas públicas. México entró en una escala de violencia hace 10 años que es difícil erradicar de golpe, porque va generando un secuela de daños en el tejido social, por eso se tiene que persistir en la prevención.

En entrevista, luego de asistir a la presentación de un estudio relacionado con la prevención del delito que realizó la Organización México Evalúa en coordinación con la Unión Europea en el país, el funcionario federal indicó que en Colima se dispararon los índices de violencia, que superan la media nacional, a niveles de países centroamericanos con alta incidencia de violencia, debido a la disputa territorial entre el cártel Jalisco Nueva generación y el de Sinaloa por controlar el puerto de Manzanillo y otras áreas de la costa del Pacífico.

Necesitamos continuar (trabajando) en los estados que han sufrido una descomposición social por años, es el caso de Guerrero y Tamaulipas; se recrudeció nuevamente Chihuahua, tenemos otra vez problemas en Baja California, que se había avanzado, y al mismo tiempo tenemos mejoras significativas en otros lugares, por ejemplo Coahuila.

Aseguró que la política de prevención de la violencia y el delito no ha fracasado porque la sociedad civil se ha apropiado de ella, al igual que las universidades, iglesias y organismos empresariales, además de que las autoridades locales que han hecho su trabajo.

“Si no atendemos a todas las personas que ya han sido afectadas por esa violencia, donde el dolor y odio generan un círculo vicioso, no vamos a lograr desactivar las cifras de hoy.

Necesitamos entender que mientras haya demanda de drogas habrá oferta y si Estados Unidos, el país que más drogas consume del mundo, no abate los niveles de demanda y consumo; desde México o desde cualquier otro lugar habrá quien los provea, necesitamos atender esto de otra manera.