La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) respondió ayer a las críticas que la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, emitió contra el gobierno mexicano al reconocer que en el país hay problemas en materia de pobreza, desigualdad, violencia y violaciones a los derechos humanos, pero permite el escrutinio internacional como un instrumento de cambio.

Puso de ejemplo el caso de los 43 estudiantes desaparecidos deAyotzinapa, en el cual existe un mecanismo para que relatores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) efectúen visitas periódicas que ayuden a tener una conclusión de lo ocurrido con los jóvenes.

En contraste, Venezuela no ha recibido una visita de la CIDH desde 2004, pese a que se le ha solicitado en diversas ocasiones, agregó la dependencia en una tarjeta informativa, en la que dijo que México no cambiará su postura ante la situación del país sudamericano. Su posición es firme y clara y está basada en principios y en una preocupación genuina sobre la grave realidad de esa nación, apuntó.

El hecho de que los países tengamos problemas, no significa que debamos eludir nuestra responsabilidad internacional ni abstenernos de participar de manera diplomática en la solución a los conflictos que se presentan en otras latitudes, particulamente cuando éstos son extremadamente graves, como ocurre en territorio venezolano”, señaló la SRE en medio del encontronazo con la administración del presidente Nicolás Maduro.

Consideró que si México estuviera viviendo una situación igual de dolorosa y difícil como la de Venezuela, sería inexplicable para los mexicanos que la comunidad internacional se mantuviera indiferente. Por ello destacó que la administración del presidente Enrique Peña Nieto seguirá actuando por la vía diplomática con respeto a la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos.

La canciller venezolana criticó al gobierno mexicano y en particular al titular de la SRE, Luis Videgaray, por la posición que ha asumido en la Organización de Estados de Americanos (OEA), donde pidió –junto a otros 13 países– la liberación de los presos políticos, la realización de elecciones y que no haya una nueva asamblea constituyente.

La canciller Rodríguez estimó lamentable que México agreda a pueblos latinoamericanos y no voltee a ver la realidad de su casa. Declaró que presentará ante la próxima asamblea de la OEA que se llevará cabo en Cancún, el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, el asesinato de periodistas y el problema del narcotrafico. También calificó como infames e inmorales las declaraciones de Videgaray en torno a que Venezuela no es una democracia.

En la tarjeta informativa, la cancillería defendió la posición que ha adoptado sobre el tema y expuso que las descalificaciones de la ministra no son nuevas, pero México no responderá a ellas. La reacciones de la funcionaria demuestran que lo que dice el país es importante y que tiene un peso real en la región, puntualizó.