Domingo 4 de junio de 2017, p. 28
Loma de Bácum, Son.
Indígenas de la tribu yaqui inconformes con la construcción del gasoducto Sonora sabotearon la tubería y el cableado de esa obra, motivo por el cual directivos de la empresa iEnova exigieron al gobierno de la República que de manera urgente mande a la Policía Federal para vigilar la región en discordia, donde ha habido enfrentamientos entre simpatizantes y opositores a la obra.
El gasoducto conecta con la red desde Douglas, Arizona, en Estados Unidos, cruza la línea internacional en Agua Prieta hacia Sonora, donde divide el territorio de los ocho pueblos los que habitan la etnia yaqui, entre los municipios de Guaymas y Cajeme, para terminar en El Oro, Sinaloa; en sus 850 kilómetros recorre varios parques industriales donde abastece de gas natural a empresas instaladas en el noroeste del país.
“En virtud de los recientes actos vandálicos y de robo de equipo ocurridos en los kilómetros 96 al 98 del tramo Guaymas-El Oro del gasoducto, la empresa solicita la presencia de las autoridades federales, estatales y municipales para resguardar la seguridad e integridad del sistema; por estos hechos, la empresa ha presentado las denuncias ante las autoridades.
Defiende empresa legalidad
El tramo Guaymas–El Oro ya se encuentra en funcionamiento por lo que cuenta con gas natural. Dicho gasoducto cumple con todos los requisitos legales, regulatorios, ambientales y de seguridad
, informó la empresa constructora.
La Unidad Estatal de Protección Civil exhortó a la empresa Gasoducto Agua Prieta S de RL de CV para reparar los daños a la infraestructura del sistema de transporte de gas en el tramo mencionado.
Agentes de la Policía Federal y estatal resguardan la región donde en octubre de 2016, gobernadores tradicionales de los ocho pueblos se reunieron para discutir sobre el gasoducto e inconformes de Loma de Bácum iniciaron violentos disturbios que dejaron un indígena muerto, 12 heridos y decenas de vehículos incendiados.
La comunidad de Loma de Bácum se opone a que el acueducto atraviese su territorio porque lo consideran un riesgo a la población, han emprendido una batalla legal contra la empresa iEnova y hace unas semanas el Juzgado Tercero de Distrito falló a su favor para exigir que se detenga la obra que ya presentaba un avance superior a 90 por ciento; los yaquis inconformes exigen que los tubos y el cableado sean extraídos.