El final de temporada abre un panorama incierto para muchos futbolistas. Alejandro Castro, mediocampista de Pumas, se encontró el viernes en la lista de jugadores que no entran en planes del club universitario para el próximo torneo.

Castro no estaba muy optimista respecto de su futuro con el equipo –cuenta a La Jornada–; apenas participó en tres partidos de la temporada, para sumar 183 minutos de actividad, por lo que admite que no esperaba más en la campaña siguiente.

Cuando termina un torneo algunos jugadores vivimos momentos complicados y de inestabilidad, sobre todo cuando ya tienes familia, relata Castro. “Me hubiera gustado que me avisaran con más tiempo de anticipación, para tomar previsiones, porque ya empieza el draft”.

El régimen de transferencias comienza este lunes; es un encuentro conocido también como mercado de piernas, donde los jugadores –mediante sus agentes– tratan de conseguir acomodo para la siguiente temporada. Castro reconoce la preocupación que representa este periodo de negociaciones, en los que se pone en juego el futuro profesional y patrimonial de un futbolista.

Nos tratan como productos, mientras nosotros sólo observamos cruzados de brazos, pasivos ante el pacto de caballeros, confiesa; no somos dueños de nuestros futuros, a menos que estemos muy cotizados en el mercado, no somos tratados como prioridad.

Castro aclara que no fue tratado mal por la directiva de Pumas y que su caso no es excepcional. Por el contrario, se trata de una constante en este negocio. Además –reconoce– cada minuto fuera de la cancha lo devalúa como jugador.

No tuve minutos en el torneo anterior, no tenía nada para imaginar que en el próximo sería distinto, dice Castro; pega fuerte verte en esta situación, a veces se siente frustración, pero yo cumplí con mi trabajo, acudí a cada entrenamiento con la mejor actitud. Vi la lista, pero yo tengo expectativas de que podré resolverlo, es complicado, pero tengo fe.

En esa lista también aparecen los nombres de un par de jugadores emblemáticos de Pumas: el defensa paraguayo Darío Verón y el portero Alejandro Pikolín Palacios.

No soy la persona indicada para hablar del caso. Pero jugadores como ellos, con tanto tiempo en la institución, seguro que se notará la ausencia, dejan vacíos que son muy notorios.