Ciudad de Guatemala.

En respuesta a las demandas del Congreso y del Ejecutivo de Guatemala de dar a sus connacionales que viajan a México trato digno y seguro, así como procesos de retorno ágiles, el presidente Enrique Peña Nieto aceptó: la migración muchas veces ha dejado una herida abierta en el corazón de nuestros pueblos. No cerramos los ojos a la realidad.

En su tránsito por territorio nacional, dijo, los indocumentados han estado expuestos a vejaciones y situaciones que ponen en riesgo su libertad, integridad física y su propia vida, lo que consideró inadmisible. El trato que queremos para nuestros migrantes en Estados Unidos es el mismo que demandan los guatemaltecos para los suyos en México, dijo.

En el Palacio Legislativo, Peña Nieto defendió las modificaciones a la política migratoria impulsadas por su administración. Existe, aseguró, un compromiso con la protección y respeto a los derechos humanos de los centroamericanos que transitan por el territorio nacional.

En el Palacio Nacional de la Cultura, el mandatario consideró que, en todo caso, la migración debe ser una opción, no una necesidad. Se manifestó asimismo por desterrar los discursos de odio y discriminación contra los indocumentados.

Agentes de cambio

Tanto en sus conversaciones y comunicados con su homólogo Jimmy Morales como en su encuentro con los congresistas, planteó la necesidad de reconocer a los migrantes como agentes de cambio y desarrollo, tanto en su nación de origen como en la de destino.

El propio Jimmy Morales pidió propiciar una migración digna, ordenada, ágil y segura. Ambos países, asumió, deben generar políticas de inclusión y desarrollo para los indocumentados retornados y programas de movilidad laboral. Hemos compartido la alegría de la disminución de las migraciones, pero también comprendemos la gran responsabilidad que ello conlleva para la creación de mejores oportunidades y posibilidades más justas para el bienestar de nuestros pueblos, afirmó.

El presidente del Congreso, Óscar Stuardo Chinchilla, abogó desde la máxima tribuna por esos miles de connacionales que diariamente se ven forzados a atravesar el territorio mexicano en búsca de una mejor oportunidad hacia el norte, y pidió se les trate con dignidad y seguridad, si bien aquí también hay conciencia de la responsabilidad de construir un país de donde sus ciudadanos no quieran marcharse.

Así, y más allá de los temas comunes sobre proyectos de modernización fronteriza, de infraestructura y de estímulo al comercio y la inversión, la migración fue el tema central en esta visita de Estado.

Acordaron acelerar la creación de un instrumento de movilidad laboral para los habitantes de la franja fronteriza. Peña Nieto enumeró algunas políticas hacia los viajeros; mencionó que en los cuatro años recientes se han expedido 70 mil tarjetas de visitante trabajador fronterizo y más de 400 mil tarjetas de visitante regional.

Además, citó la iniciativa de Guatemala, Honduras, El Salvador y México para asistir y proteger a los migrantes en Estados Uníos mediante la iniciativa conocida como Tricamex.

Otro asunto también de referencia obligada en los pronunciamientos fue la inseguridad que provocan tanto las bandas de delincuencia organizada que operan en los dos países, como los grupos criminales que violentan los derechos humanos de los migrantes guatemaltecos, dijo el mandatario mexicano.

Cooperación bilateral

Morales y Peña atestiguaron además la suscripción de cuatro documentos bilaterales de cooperación en materia académica, promoción del comercio y la inversión, colaboración en materia de garantías inmobiliarias y de cooperación técnica entre los institutos de Seguridad Social de Guatemala y Mexicano del Seguro Social. También se presentó el acta de la 12 reunión de la Comisión Ninacional México-Guatemala.

Peña Nieto, quien también recibió las llaves de la alcaldía de la capital guatemalteca de manos de Álvaro Arzú, alcalde y ex presidente del país, ofreció a México como aliado, socio y amigo incondicional de esta nación en la lucha por un desarrollo más incluyente. Con pleno respeto a su soberanía, los mexicanos les seguiremos tendiendo nuestra mano fraterna.

Por último, Peña y Morales se reunieron con empresarios de los dos países, quienes anunciaron proyectos de inversión y expectativas hacia mayor intercambio comercial, pero también pidieron a ambos mandatarios desplegar programas eficientes para combatir el contrabando de mercancías en la frontera.