El PAN presentó ayer ante la Cámara de Diputados una solicitud de juicio político contra el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, por su abierta intromisión en las elecciones del 4 de junio.

Es evidente que Coahuila sufrió un retroceso a la década de los años 80 (del siglo pasado), cuando el PRI se valía de todas las artimañas, era juez y parte para conservar el gobierno, afirmó la diputada Karina Osuna después de la entrega de la petición ante la Secretaría General de la cámara.

La legisladora, que presentó la petición junto con el senador Luis Fernando Salazar, consideró vergonzosa la intervención del gobierno estatal para tratar de influir en la elección y evitar a toda costa el cambio en la entidad.

Explicó que se interpuso la solicitud de juicio político contra Moreira porque “debe responder por la regresión democrática que sufrieron los coahuilenses, el desvío de recursos públicos, la propaganda ilegal y el uso de la policía estatal para dejar, a toda costa, un delfín que le cubriera las espaldas”.

Planteó que la Cámara de Diputados debe inhabilitar al gobernador y demostrar que, a diferencia de las instituciones de Coahuila, secuestradas por la familia Moreira, el Congreso de la Unión sí funciona y hará justicia. Los coahuilenses esperan que no haya impunidad y se castigue al culpable.

Federico Döring, vicecoordinador de la diputación panista, sostuvo que hechos como la ilegibilidad de un gran número de actas de cómputo, o que Coahuila fue el único estado donde se impidió que el Ejército custodiara los paquetes, explican parte del desaseo impugnado en la petición de juicio político.

“El juicio político contra Moreira prosperará en la medida en la que el PRI tenga vergüenza. Si el tricolor quiere que sus legisladores se conviertan en mapaches, tendrá una razón política para que no prospere”, afirmó.