En caso de que el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa acepte en la audiencia del 4 de julio próximo su extradición a México por los delitos federales que se le imputan, podría llegar a nuestro país ‘‘en una o dos semanas más a partir de esa fecha’’, pero en caso de que sólo aceptara ser juzgado por los cargos que le formulan las autoridades veracruzanas su extradición de Guatemala podría tardar de seis meses a un año.

Sostuvo lo anterior el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), Alberto Elías Beltrán, quien confió en que las autoridades guatemaltecas entreguen finalmente al ex mandatario a la justicia mexicana.

En entrevista con La Jornada, luego que se diera a conocer que Duarte se allanó a la solicitud de extradición presentada por la Fiscalía veracruzana, que lo acusa de los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y coalición, el subprocurador jurídico explicó que en la audiencia prevista para el próximo 4 de julio ante el quinto tribunal en materia de sentencias penales, narcoactividad y delitos contra el ambiente en Guatemala, el ex gobernador deberá señalar si se allana a la solicitud de extradición para enfrentar los cargos federales de delincuencia organizada y lavado de dinero.

En caso de no aceptar la extradición solicitada por la PGR, explicó Elías Beltrán, entonces continuaría el trámite conforme lo previsto en el Tratado Bilateral de Extradición México-Guatemala, para que sea entregado a la justicia federal.

‘‘Si se allana, nosotros estamos calculando que podrían pasar una o dos semanas, a partir de la audiencia del 4 de julio; en caso contrario y continuara con el procedimiento de extradición por los delitos de orden federal: calculamos que podrían ser de seis meses a un año, derivado de los recursos que presente la defensa del señor Duarte’’, indicó.