El esqueleto de Naia llegó al Museo Nacional de Antropología para su resguardo: INAH
Ese vestigio prehistórico, descubierto en un cenote de Quintana Roo, arroja luces sobre los primeros pobladores del continente
Pertenece a una joven de origen asiático que llegó desde Siberia
Jueves 13 de julio de 2017, p. 5
El esqueleto humano más antiguo de América, hallado en aguas subterráneas de México y estudiado desde hace seis años, culminó su tratamiento de restauración y será resguardado por el Museo Nacional de Antropología, en la capital del país, informaron expertos.
La osamenta de entre 12 mil y 13 mil años, que pertenece a una joven de entre 15 y 17 años del Pleistoceno tardío, a quien los científicos bautizaron como Naia, llegó al museo ayer para su resguardo y correcta preservación
, se informa en un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los tratamientos de conservación, restauración y estabilización del esqueleto prehistórico femenino con fechamiento directo más antiguo y genéticamente intacto de América (...) fueron exitosamente concluidos
en un centro especializado que se ubica en Campeche, se explica en el documento, lo que ha permitido continuar con los estudios acerca de los primeros pobladores del continente
.
El eslabón perdido
Naia, cuyo nombre recuerda a las náyades (ninfas) de la mitología griega que cuidaban de los estanques en la antigüedad, también fue objeto de tomografías y rayos X que permitieron conocer los patrones de crecimiento y trauma en la vida de la joven prehistórica, así como de un registro microtomográfico completo, lo que posibilitará obtener réplicas precisas para las ulteriores etapas de investigación.
En su nuevo recinto, Naia contará con los parámetros óptimos de preservación en cuanto a temperatura y humedad relativa
, y los expertos ya planean elaborar reproducciones exactas y exponerlas en por lo menos dos museos de México.
Los restos de la joven de origen asiático, quien formó parte de las migraciones que llegaron a América desde Siberia, fueron hallados por un grupo de buzos en un cenote de Quintana Roo, ahora llamado Hoyo Negro, ubicado dentro de una cueva que se inundó después de la última glaciación, que concluyó hace unos 10 mil años.
A finales de 2011, se creó un proyecto arqueológico subacuático para investigar el caso con renombrados científicos nacionales y extranjeros, además de los descubridores y otros buzos expertos en cavernas.
Naia es catalogada como el esqueleto más antiguo hallado en el continente americano y constituye el eslabón que faltaba para confirmar que los amerindios son los descendientes de los primeros habitantes de ese hemisferio.
En Hoyo Negro también se han descubierto 26 esqueletos de animales pertenecientes a 13 especies, cinco de ellas extintas –gonfoterio, tigre dientes de sable, oso tremarctino, un cánido y dos perezosos gigantes– y otras que todavía existen hoy –como puma, tapir, coatí, gato de monte, bagre, murciélago y pecarí.
Más allá de Hoyo Negro, en toda la península de Yucatán existen unos 12 mil cenotes, depósitos de agua de manantial que usualmente se encuentran a cierta profundidad.
Actualmente, estos lugares son las fuentes más prometedoras para el estudio del hombre paleoamericano, según algunos expertos.