México ha realizado cambios trascendentales en el marco jurídico nacional, cumple en tiempo y forma con los plazos establecidos para su entrada en vigor y ya hay avances muy importantes, ‘‘pero el proceso estará inconcluso si nos detenemos aquí’’, pues ante todo se requiere compromiso, señaló el presidente Enrique Peña Nieto durante la ceremonia por el Día del Abogado.

A los practicantes de la abogacía, el mandatario federal les pidió conducirse con integridad, rectitud y probidad.

En la ceremonia, realizada en Palacio Nacional, también intervino el procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, quien admitió la existencia en estos días de un ‘‘intenso y democrático’’ debate en torno al nuevo sistema de justicia penal acusatorio, a partir del cual, dijo a los especialistas del derecho, ‘‘hoy tenemos que operar, pensar, litigar diferente’’.

Bajo el nuevo esquema de justicia, indicó, ‘‘no basta condenar, hay que reparar. No basta con litigar, hay que proteger. No basta con detener, hay que hacer reinserción. No basta con respetar la ley, hoy tenemos que respetar los derechos y la dignidad humana. Ese es el centro de nuestra sociedad, aspiremos a una sociedad de respeto, digna’’.

Mencionó algunos acuerdos asumidos a raíz de los trabajos de la Conferencia Nacional de Procuradores, como la homologación de todos los procesos de las 33 procuradurías locales, pues no es entendible que si la labor realizada por aquéllas es un derecho humano, se ejerza y se acceda al mismo de forma diferente en función de dónde viven o proceden las personas, indicó.

Asimismo, se ha votado de manera unánime, y ya se actúa, para construir un código penal único sustantivo, y también se revisan el código nacional y los tipos penales específicos.

De ese modo, en el Patio de Honor del histórico recinto, el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, sometido en semanas recientes a severas críticas –entre ellas la emitida por el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, presente ayer en el acto–, fue parte medular de los discursos.

Peña ubicó a la ley como la expresión más clara de un proyecto de nación y la importancia de asegurar su vigencia, hacerla instrumento vivo que cumpla las expectativas ciudadanas. En el último lustro, apuntó, México ha concretado uno de los procesos de transformación de su andamiaje legal más profundo en décadas.

El sistema de justicia penal acusatorio y los avances en materia de justicia cotidiana, de transparencia y de combate a la corrupción, representan un nuevo paradigma de justicia para el cual se han requerido grandes cambios en todos los planos del derecho. Estos cambios a la ley no son suficientes por sí mismos; exigen compromiso para su aplicación y son complejos en muchos casos.

Y alertó a los abogados: son reformas partir de las cuales debe transformarse completamente la manera de realizar algunos procesos, desarrollar nuevas habilidades y asumir una nueva mentalidad y actitud ‘‘ante los retos que enfrenta la justicia en nuestro país’’.

Gremio del cual él mismo forma parte, el presidente Peña dijo a sus colegas: ‘‘Estamos llamados a asumir la justicia como un deber de todos los días, entenderla como una obligación que involucra a sociedad y gobierno por igual’’. Aquí, la batalla más importante a librar consiste en devolver al ciudadano la confianza en las instituciones ‘‘que están para servirles’’.

En el acto intervino también la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Margarita Luna Ramos, y al mandatario se le entregó una estatuilla de parte de la institución que organiza esta conmemoración.