La titular de la Secretaría de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, cumple su primer semestre al frente de esa instancia. Su principal preocupación ha sido optimizar el presupuesto, crecer en tiempos de desafío, afirma.

En entrevista con La Jornada, efectuada en sus oficinas de Arenal 40, la funcionaria explica que al tomar las riendas de la secretaría, luego del fallecimiento de Rafael Tovar y de Teresa, primer secretario de Cultura del país, encontró una institución “en marcha, trabajando, con una intensa labor que permite realizar al año más de 900 mil actividades, es decir, alrededor de 2 mil 500 diarias.

“Una secretaría con ajustes presupuestales importantes, pero de inmediato pedí cambios en las áreas administrativas; me he esforzado por no afectar los programas que dan empleo a los artistas y en mantener las becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

“Me encontré con un presupuesto que en el Programa de Egresos de la Federación no contemplaba al Paice, al Pacmyc, etcétera. Y tampoco teníamos lo que se llama el subsidio piso a las entidades de la Federación.

Pero instruí para que con economías administrativas se otorgaran recursos a esos programas y se destinaran casi 10 millones a cada entidad federativa para 2017. A esta cantidad se suma lo que les otorgamos en diversos programas transversales.

Necesidad histórica

¿Cómo encontró a la Secretaría de Cultura a su llegada el pasado enero?

García Cepeda insiste en hablar de los fundamentos que dieron origen a la Secretaría de Cultura, impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto: “Responde a una necesidad histórica, sustentada en el reconocimiento que México da hoy a la cultura y a su trascendencia en la vida social, económica, educativa y de proyecto de futuro.

“La ubica en la jerarquía y el nivel de atención e impulso que merece por su herencia histórica, por su diversidad y por su vigor actual. Amplía las posibilidades de acceso democrático a la cultura y da mayores fortalezas a la tarea cultural.

“Representa también una conquista de la comunidad cultural de México. Cumple un anhelo hace tiempo deseado por diversos sectores de la sociedad.

Con la creación de la Secretaría de Cultura hemos dado un paso histórico en el fortalecimiento del sector cultura y arte, para dar al Estado los medios para hacer efectivo el derecho de acceso a la cultura, que es mandato constitucional.

–Perdón que insista: el recorte presupuestal eliminó recursos para programas en los estados, el Paice y otros más, ¿cómo actuó la Secretaría de Cultura al respecto?

–La secretaría hizo el análisis de su presupuesto y aplicó una mejor planeación con la finalidad de dar soporte financiero a estos programas de alto impacto social, logrando con ello operar las convocatorias que en este momento se encuentran en dictaminación. Los programas a los que te refieres son el Paice, Pacmyc, Foremoba, Profest y dotación de recursos a las entidades federativas por un monto de 485 millones de pesos para todos estos programas.

–¿Qué hará con el presupuesto insuficiente de la secretaría? ¿Qué recursos gestionará para 2018? ¿Habrá recortes?

–El presupuesto con que cuenta la Secretaría de Cultura ha tenido adecuaciones que responden a un ajuste global de la administración. La cultura no es ajena a la necesidad de realizar ajustes al gasto público para que la marcha armónica de la nación pueda continuar su desarrollo.

“Ahora, para abundar en lo que dije antes, lo que ha hecho la Secretaría de Cultura es establecer una estrategia financiera para optimizar la aplicación de los recursos y dar cobertura a los programas presupuestales prioritarios.

“Entre las medidas adoptadas podemos mencionar: desarrollar una mejor planeación; evitar duplicidades en funciones y actividades que realizan los organismos del sector a fin de optimizar el gasto; llevar a cabo esquemas de consolidación en la contratación de bienes y servicios para obtener mejores precios; hacer de la transversalidad una herramienta de trabajo, para lo cual se están suscribiendo, y suscribirán, convenios de colaboración con diversas secretarías de Estado (SEP, Segob, Sedena, Sedesol, Semarnat, Sectur, etcétera); así como sistematizar procesos en las áreas administrativas para reducir tiempos, optimizar recursos y transparentar el gasto público.

–¿Qué presupuesto gestionará para 2018?

–La Secretaría de Cultura en este momento lleva a cabo la integración del anteproyecto de presupuesto con base en los lineamientos establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y recopilando información de sus áreas para solicitar los recursos suficientes para cumplir con sus programas operativos. Se priorizarán los programas de alto impacto social, así como aquellos con reglas de operación y de estímulos a la creación.

Más apoyo a creadores

–¿Habrá más recortes?

–Eso no lo determina la Secretaría de Cultura, pero estamos trabajando para que el actual presupuesto se mantenga o nos lo incrementen en programas que den trabajo a los creadores y en otros que tengan impacto social.

“Crecer en tiempos de desafío no es fácil, pero tampoco imposible. El sector cultural tiene la experiencia para superar los retos económicos que los tiempos actuales imponen en todo el mundo. Tenemos la creatividad, el conocimiento, la fortaleza de una comunidad comprometida para seguir llevando la cultura, en todas sus manifestaciones, a todos los espacios de México y la determinación de seguir mostrando al mundo la riqueza de nuestras creaciones.

–¿Está usted de acuerdo con la Ley General de Cultura aprobada?

–La Ley de Cultura es uno de los pasos relevantes para fortalecer la cultura del país. Ha sido determinante el interés del Poder Legislativo y de los partidos políticos por generar el mejor escenario para que la cultura tenga instituciones fortalecidas y un marco normativo acorde con este esfuerzo.

“La Ley de Cultura es el resultado de un anhelo histórico de las comunidades para que la cultura en México tenga la jerarquía institucional que le corresponde. El diálogo que hemos mantenido con el Poder Legislativo ha sido constante, respetuoso y abierto.

Debemos destacar la consulta que se efectuó en ambas cámaras con las comunidades artística y académica. Se escucharon las propuestas de quienes producen y viven día a día los procesos culturales.

–Los trabajadores han manifestado su inconformidad por la ley, ¿qué nos dice al respecto?

–Debemos recordar que el marco legal corresponde al Poder Legislativo y que en el terreno de nuestras competencias hemos actuado con total apertura con los trabajadores y escuchado con respeto sus opiniones. Corresponde a la secretaría instrumentar las acciones que derivan de las responsabilidades de la misma y en este momento se encuentra en preparación del Manual de Organización General.

Me he esforzado por no afectar los programas que dan empleo a los artistas y en matener las becas del Fonca, sostiene María Cristina García CepedaFoto cortesía de la Secretaría de Cultura federal

Para ejercer el cargo con el que me honró el señor Presidente, se requiere tolerancia, respeto a las opiniones críticas, considerar que la apertura no es debilidad, expresa María Cristina García Cepeda en entrevista con La JornadaFoto cortesía de la Secretaría de Cultura federal

–¿Está usted de acuerdo en que existan tantos sindicatos de la Secretaría de Cultura?

–Es un tema de estricta competencia de los trabajadores y su organización. La Secretaría de Cultura mantiene un diálogo abierto y respetuoso con las delegaciones sindicales. Personalmente los he recibido y he dialogado con ellos.

La Secretaría de Cultura cuenta con las oficinas y áreas de atención a esos temas y la relación es constante, diaria, por lo que mantenemos estrecha relación, lo que beneficia a la tarea cultural, que es lo más importante.

–Existen obras de infraestructura pendientes en esta administración.

–La Secretaría de Cultura está trabajando en concluir Estudios Churubusco en la presente administración.

–La Ley de Cultura ordena la creación de los vales de cultura, ¿cómo los llevará a cabo?

–En el reglamento que tendrá la Secretaría de Cultura se establecerá cómo aplicar administrativamente las previsiones de la ley. Por tanto, ahí se señalará la forma en que se aplicará y coordinará el programa de vales de cultura, que en su momento anunciaremos.

Estamos preparando un programa que, por supuesto, tendrá como eje el vale de cultura. Más importante aún: tomaremos el espíritu y la intención de estos vales y sumaremos a dicho programa otras opciones que también ayudarán a incrementar el acceso a la cultura por parte de los sectores vulnerables.

–¿Existe contrabando y subasta de piezas prehispánicas en el extranjero. Hay saqueo en zonas arqueológicas?

–De manera ocasional se llegan a presentar subastas de piezas de origen mexicano en el extranjero.

“Cada que se tiene conocimiento de la celebración de una subasta, se solicita la intervención de peritos para la emisión del dictamen correspondiente; asimismo, se presenta la denuncia penal ante la Procuraduría General de la República, e igualmente se da parte a la Secretaría de Relaciones Exteriores, por conducto de la consultoría jurídica y a la Interpol.

En el caso de los saqueos arqueológicos, la denuncia de estos hechos es una manera de afrontar el problema. En estos casos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia actúa de forma inmediata ante las autoridades policiacas y ministeriales, para que se inicie la carpeta de investigación; además, se realizan campañas para fomentar la denuncia de estos hechos y para prevenir estas conductas delictivas.

–Todos los días tiran casas en las colonias Roma, Condesa, Santa María la Ribera. ¿Podrá usted hacer algo para detener esa devastación?

–Consideramos fundamental la comunicación y el trabajo interinstitucional que se desarrolla entre el INBA, INAH y la Seduvi para que en mesas de trabajo, en reuniones técnicas, se revisen proyectos de intervención en inmuebles de valor artístico y los interesados reciban de manera gratuita y permanente las asesorías que sus proyectos requieran.

“En el caso concreto de la delegación Cuauhtémoc de la CDMX, Arquitectura del INBA y la dirección Jurídica y de Gobierno de esa demarcación mantienen una comunicación y coordinación permanentes y es por ello que ustedes han observado durante los meses recientes la rápida actuación, verificaciones y clausuras de obras irregulares.

–¿Qué pendientes dejó en el INBA?

–No dejé pendientes, dejé programas en marcha.

–Hay infinidad de demandas laborales sin resolver, ¿usted está al tanto?

–He dado instrucciones a todas las entidades y direcciones adscritas a la secretaría para que se resuelvan en tiempo y forma las demandas recibidas.

–Se le ha señalado como una secretaria tibia. ¿Qué opinión le merece?

–Para ejercer el cargo con el que me honró el señor Presidente, se requiere tolerancia, respeto a las opiniones críticas, considerar que la apertura no es debilidad. Pero sobre todo se requiere un trabajo riguroso, amplias jornadas laborales, regresar de gira el mismo día aunque llegues al aeropuero a las 2 de la madrugada, como cuando volví de Tijuana y Monterrey la semana pasada.

Se requiere también una agenda ordenada, atender al mayor número de promotores culturales posible. Salir a los estados, acordar con gobernadores, encabezar inauguraciones y presentar programas. Analizar y optimizar los presupuestos. Citar frecuentemente a directores generales de seis institutos y 30 entidades. Mano dura con quien atente contra el patrimonio. Que cada quien juzgue.

–¿Qué opinión le merecen los cambios en el INBA que, aparentemente son por presiones sindicales?

–Se cierran ciclos y se abren otros. Los funcionarios asumimos nuevas tareas constantemente. Lo importante es que los programas continúen y los ajustes en el camino no afecten el desarrollo normal de actividades.

–¿Qué secretaría va a entregar a la siguiente administración?

–Una secretaría consolidada, en marcha, trabajando, con sus documentos rectores como el Plan Nacional de Desarrollo, con una estructura acorde con las necesidades actuales. Lo realizado ya es un paso histórico: en esta administración se creó la Secretaría de Cultura; existe una Ley de Cultura; existe un consejo asesor para la secretaría; se han revisado, actualizado y adecuado documentos del marco jurídico.

Hemos trazado programas transversales con otras dependencias, como la SEP, la Sedena, la Segob para atención a personas privadas de la libertad, y continuaremos con esta tarea. En síntesis: esta administración entregará a la próxima una secretaría de Estado para la cultura.

Llevar la cultura a más personas

–La comunidad artística ha mencionado que no se ha hecho nada relevante en estos seis meses de su gestión, ¿qué respondería?, ¿qué se ha hecho en estos seis meses?

–La Secretaría de Cultura ha trabajado intensamente en dos líneas: la primera, la consolidación administrativa y jurídica de la institución, que es una tarea al interior y es muy relevante. La segunda, en la realización de un calendario que al año representa más de 900 mil actividades en el país.

Para contextualizar estos logros debo decir que una de las tareas fundamentales de la Secretaría de Cultura es la promoción y difusión de la cultura y las artes a fin de garantizar que un mayor número de personas tenga acceso a las diversas manifestaciones artísticas y culturales, durante este primer semestre se observó un incremento de 128 por ciento en las actividades respecto de 2016, y a las que asistieron 7 millones 348 mil 254 personas.