Estudiantes de posgrado demandaron en el Senado incremento de ciento por ciento al presupuesto para educación, ciencia y tecnología; insistieron en su propuesta de becas para la totalidad de los alumnos inscritos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) y que el apoyo sea como salario (no como unidad de medida y actualización) que garantice una vida digna al becario.

Al participar en el conversatorio El otro lado de la moneda: desafíos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, desde la mirada de los estudiantes de posgrado, Éric Giovanni González Cruz leyó ante autoridades educativas y senadores el texto de un estudiante del PNPC, quien pidió anonimato.

En la misiva, un estudiante de posgrado narra su calvario: “al entrar al PNPC del Conacyt, sabía que podía aspirar a una beca de manutención; más aún, la única forma en la que podía continuar con mi preparación era y es contar con esta beca.

Una vez inscrito, en febrero de este año inicié junto con mis compañeros de generación los trámites para recibir la beca referida. Después de realizar los trámites, esta solicitud y todas las de la generación fue dada de baja. Al preguntar en la universidad el por qué, nos dijeron que ese cambio era para coordinar fechas y pagos.

El estudiante del programa de posgrado relata que en febrero se volvieron a inscribir para la beca, y en marzo recibieron una llamada de la oficina de la asistente de área, en la que se les informó que deberían reiniciar sus trámites. Sin embargo, tres meses después “seguíamos sin becas. Fue en mayo, después de una reunión con la comisión académica y la dirección del posgrado, cuando se abrió una nueva convocatoria para becas. Debimos esperar un mes para que el apoyo estuviera formalizado.

El 5 de julio de 2017, siete meses después de iniciado nuestro posgrado, todavía no recibimos el pago de nuestra beca. Estamos a la espera sólo del depósito que, según nos informan en Conacyt, lo hará otra institución este mes.

Laura Nieto, estudiante de doctorado, destacó en su participación: defendemos la educación pública, gratuita, laica y de calidad. Exigimos más de uno por ciento del producto interno bruto a ciencia y la tecnología, pues de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sólo 4 por ciento de jóvenes mexicanos accederá a un posgrado en su vida.

Resaltó que, como estudiantes e investigadores, no podemos voltear la mirada cuando a los futuros estudiantes de posgrado se les reprime y se les elimina poco a poco del presupuesto. Esa es la primera vicisitud, que es casi imposible para un joven mexicano llegar a los estudios en ese grado, pues el salario mínimo no alcanza, y ahora menos, porque a las escuelas públicas se les ahorca en deudas, se ocupa el presupuesto para la mal llamada seguridad y para espiar a periodistas y activistas y no para la educación.