La medida afecta a 18 personas e instituciones; sigue acuerdo nuclear
continuas amenazas
Miércoles 19 de julio de 2017, p. 26
Washington.
Los departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos impusieron este martes nuevas sanciones a Irán, que afectan a 18 personas e instituciones, en respuesta a las continuas amenazas
del país persa, las cuales incluyen el programa misilístico iraní y el supuesto apoyo de Teherán a grupos extremistas, pero la administración del presidente Donald Trump decidió conservar por el momento el histórico acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní.
Estados Unidos sigue profundamente preocupado por las actividades perniciosas de Irán en Medio Oriente, que erosionan la estabilidad, la seguridad y la prosperidad de la región
, manifestó la portavoz de la diplomacia estadunidense, Heather Nauert.
En respuesta, el Parlamento de Irán votó en favor de incrementar urgentemente los fondos para el programa de misiles y para los cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, mientras el gobierno rechazó las sanciones impuestas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, al tiempo que condena la decisión estadunidense sin sustento de imponer sanciones ilegales contra otras personas, va a castigar en contrapartida a individuos y entidades estadunidenses que hayan actuado contra el pueblo iraní y otros pueblos musulmanes
, señaló en un comunicado.
El mensaje es claro y los estadunidenses deben comprenderlo. Lo que están haciendo está dirigido contra el pueblo iraní y el Parlamento lo resistirá con todas sus fuerzas
, advirtió el presidente de la asamblea, Ali Larijani.
Para el canciller iraní, Mohamad Javad Zarif, quien estuvo el lunes en la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, el gobierno de Trump envía señales contradictorias
sobre la voluntad de Estados Unidos de respetar el acuerdo para el programa nuclear iraní, conocido por su acrónimo como Jcpoa (Joint Comprehensive Plan of Action).
La administración de Trump admitió el lunes que Teherán cumple las condiciones
del acuerdo, que prevé un control internacional de naturaleza pacífica del programa atómico iraní, a cambio de levantar progresivamente las sanciones que pesan sobre su economía.
El convenio, éxito de la diplomacia del ex mandatario Barack Obama y de la política internacional de no proliferación, fue firmado el 14 de julio de 2015 en Viena por Irán y las grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).