Por temor a represalias, habitantes se niegan a hablar del supuesto grupo justiciero
barrio mágico, vive en medio de inseguridad y tensión
Contrario a lo que reportan las autoridades, los asaltos son el pan de cada día
, denuncian
el pan de cada díaFoto Cristina Rodríguez
Jueves 20 de julio de 2017, p. 25
Declarado barrio mágico
en la pasada administración, Santa Julia se encuentra sumido en la inseguridad por el robo a transeúnte, negocio, transporte público y por la venta de drogas; a lo que ahora se suma el clima de tensión entre sus habitantes por la existencia de un grupo de presuntos justicieros
.
Entre los vecinos hay miedo. No quieren hablar del tema. Nos conocen a todos y no queremos represalias
, dicen. Quienes sí hablan evitan dar su nombre o piden el anonimato, y aseguran que, contrario a lo que dice la policía, los asaltos son el pan de cada día
en el barrio.
Santa Julia abarca parte de las colonias Tlaxpana y Anáhuac, en la delegación Miguel Hidalgo; está delimitado por las avenidas Marina Nacional, México-Tacuba, Felipe Carrillo Puerto y el Circuito Interior Melchor Ocampo, y tiene importancia histórica que data de la época prehispánica.
Por ello, se le ha promocionado como barrio turístico, con atractivos como iglesias, parques, lugares para comer y, especialmente, su mercado, el cual, dicen los comerciantes, ha perdido mucha clientela, sobre todo la que venía de las colonias Anzures y Polanco, por la inseguridad.
En la actualidad Santa Julia se ve abandonado, sucio y con falta de mantenimiento en su infraestructura urbana, incluso con muchos locales cerrados, algunos abren unas horas, pero cierran temprano, comentan los vecinos.
Las calles Tonantzin y Tláloc, que conectan la estación Normal del Metro con la avenida Marina Nacional, son de las más peligrosas en la zona, agregan los colonos, donde a todas horas del día hay asaltos y las vecindades aledañas sirven como refugio de maleantes, así como para la venta de drogas.
De hecho, las autoridades delegacionales ubican la zona como una de las más peligrosas de la demarcación, junto con las colonias Tacubaya y Pensil, por delitos como robo con violencia y narcomenudeo.
El viernes pasado, relatan los vecinos, un grupo de jóvenes se presentó en el mercado para exigir a los locatarios dinero a cambio de protección, lo mismo que a los operadores de la ruta 28 de transporte público, que hacen base en la calle Tonantzin y van a Polanco, a quienes incluso les dieron un número de cuenta para que les depositen.
El lunes de esta semana apareció en redes sociales un video en el que un grupo de hombres golpea y exhibe a un presunto ladrón y advierte que hará lo mismo con quienes roben en el barrio, famoso por la leyenda urbana de Jesús Negrete Medina, el Tigre de Santa Julia.
Sobre los supuestos justicieros, algunos colonos dicen desconocer quiénes son; pero otros aseguran que son del barrio, aunque más que justicieros, subrayan, son los mismos que asaltan y venden drogas en la zona y que ahora pretenden extorsionar a locatarios y vendedores ambulantes.
Un vecino, que pidió el anonimato, afirmó que viven en el barrio, tienen fama de ser ladrones y dedicarse a la venta de drogas. No son justicieros, son rateros que de algún modo ven un nuevo negocio para seguir sacando más dinero
, liderados por un sujeto al que apodan Kalusha.
Agregó que hace un mes se alertó a la policía sobre esta situación, al mostrarle un video que circuló por redes sociales en el que jóvenes golpean a un hombre que presuntamente hurtó un teléfono celular, pero no hizo nada
.