Pizarro anota al minuto 4, el gol más rápido de México en el torneo desde 1993
Viernes 21 de julio de 2017, p. a35
Phoenix.
Con un juego deslucido, la selección mexicana avanzó a semifinales de la Copa Oro 2017, tras vencer ayer 1-0 a su similar de Honduras, en duelo disputado en el estadio de la Universidad de Phoenix, Arizona.
El Tri enfrentará el próximo domingo en Pasadena, California, a Jamaica, que más temprano eliminó del torneo a Canadá, equipo al que venció 2-1.
La anotación fue obra del jugador de Chivas Rodolfo Pizarro, al minuto 4, el gol más rápido de México en una Copa Oro desde 1993.
Con siete jugadores distintos al plantel que jugó frente a Curazao, la selección mexicana saltó al campo con intensidad y sorprendió rápidamente al conjunto catracho, pues éste aún no se acomodaba en la cancha cuando ya le habían encajado el primer tanto.
Orbelín Pineda corrió a los linderos del área para rescatar el balón y enviárselo a Édgar Dueñas, quien mandó un pase preciso al centro que fue bien conectado por Rodolfo Pizarro para abrir el marcador, apenas al minuto 4.
El gol tempranero enfureció a los pupilos de Jorge Luis Pinto, quienes se olvidaron de buscar el empate y en lugar de armar jugadas de peligro comenzaron a meter duro la pierna para frenar a los mexicanos.
El partido se trabó entonces en el medio campo, en cada arranque de los tricolores los hondureños les cortaban el paso sin importarles que cometieran falta o que fueran amonestados.
En la tribuna, mientras algunos aficionados decidieron animar el encuentro haciendo la típica ola, otros volvieron a entonar el grito de ¡eeehh putooo!
en varios despejes del arquero catracho Luis López.
Pese al juego brusco del equipo de la H
, la escuadra dirigida por Pompilio Páez, en sustitución de Juan Carlos Osorio, quien se encuentra suspendido, comenzó a dominar el encuentro y a generar jugadas de peligro mediante trazos largos.
Jesús Molina y Pineda intentaron penetrar la cabaña hondureña con disparos desde fuera del área, pero sus riflazos fueron infructuosos, por lo que el Tri no consiguió ampliar la ventaja antes de irse al vestidor.
Para la segunda parte, ambos equipos se mostraron más aguerridos. Honduras despertó y comenzó a pelear por conseguir la igualada. No obstante, el arquero mexicano Jesús Corona, quien hasta entonces no había sido exigido por el cuadro rival, logró atajar correctamente cada embate.
Los centroamericanos continuaron con sus agresiones. Uno de ellos derribó a Pineda con un empujón por la espalda, y una vez tendido en el césped, lo pisó en el glúteo. La acción provocó que los ánimos se calentaran y surgiera un conato de bronca, pero el árbitro detuvo a tiempo la gresca.
Cero festejo
Ante la poca contundencia de México, pese a tener un mayor dominio del balón, Páez ingresó a Luis Alfonso Rodríguez y Erick Cubo Torres en lugar de Jesús Molina y Ángel Sepúlveda, respectivamente.
Apenas unos minutos después, Corona volvió a salvar al arco tricolor de lo que parecía ser un gol olímpico, pues en un tiro de esquina, el balón fue enfilado directamente al arco, pero el cancerbero mexicano pudo desviarlo con los puños.
En la recta final, Honduras tuvo su última oportunidad para lograr el empate, pero el disparo sólo rozó el poste izquierdo.
Pese al triunfo, los mexicanos salieron de la cancha con caras largas, sin festejar el pase a la siguiente ronda.