Aun cuando las deficiencias en el servicio de transporte público en la zonas periféricas de la Ciudad de México favorecen la oferta de bicitaxis, esta modalidad de transporte no representa un servicio seguro; la gente está muy expuesta y no tiene ningún tipo de protección, y a pesar de ello los operadores tienden cada vez más a utilizar vialidades primarias, lo que pone en mayor riesgo a los usuarios, aseveró Javier Hernández, profesor titular de la Academia de Transporte Urbano de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (Upiicsa).

Hoy día el servicio de bicicletas está migrando al uso de motonetas, lo cual hace todavía más peligrosa esta modalidad de transporte, porque se incrementa la velocidad. En pocas palabras: este transporte surge a raíz de una deficiencia en el sistema de movilidad; se ha venido motorizando, lo que pone en riesgo a los usuarios. En Tláhuac, además se utilizan carritos de golf para dar servicio y esto se tiene que evitar, indicó.

Tendría que buscarse atender esta demanda con servicios regulares donde no hubiera posibilidad de hacerlo, con vehículos de mediana capacidad, como autobuses. Quizá pudiera entrar esta modalidad, pero tendría que haber un tipo de regularización por la autoridad delegacional, por lo menos, para saber quién es el conductor y el propietario del vehículo, añadió el especialista.