Jhonny González hizo parecer fácil el trabajo de un boxeador. Subió al cuadrilátero ante un invicto, el filipino Jessie Rosales el sábado pasado en Chihuahua, lo castigó con la izquierda, dibujó ganchos de un preciosismo poco visto y demolió al final al oponente. Terminado el compromiso tenía que llamar la atención del actual campeón superplu- ma del Consejo Mundial de Boxeo, el mexicano Miguel Berchelt.

Jhonny tiene una amplia trayectoria de 74 peleas y ha sido tres veces campeón del mundo, pero recuperar un título requiere de resultados y paciencia para que confluyan interés del monarca vigente, acuerdo de promotoras y visto bueno del organismo para obtener una nueva oportunidad.

“Tengo una trayectoria, pero existe un ranking y un reglamento, así que levanté la mano para que sepa que yo estoy disponible”, dijo Jhonny.

Sabe que está en el radar de Berchelt, pero tampoco es ingenuo, el campeón tiene varias opciones de las cuales elegir la más conveniente según el interés deportivo, espectáculo o dinero.

Berchelt tiene la posibilidad de darle la revancha a Francisco Bandido Vargas, a quien le arrebató el cinto que hoy posee tras un combate sangriento; también una segunda oportunidad al japonés Takashi Miura, a quien recientemente le dio una lección de estrategia y boxeo, o apostar por la sensación ucriania, Vasyl Lomachenko. Tantas opciones pueden mandar al final de la fila a Jhonny y lo sabe.