Con los cambios que tendrá la evaluación al desempeño docente que se aplicará a partir de septiembre a los profesores de niveles básico y medio superior en México, las autoridades del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) esperan que haya menos inconformidades de los maestros.

Se trata de un modelo mucho mejor, afirmó Eduardo Backhoff Escudero, consejero presidente del organismo, quien ayer presentó detalles del proceso en una reunión con reporteros.

Este año se aplicará por tercera vez dicha evaluación, derivada de la reforma educativa. Entre el primero de septiembre y el 31 de octubre serán examinados 150 mil profesores de primaria, secundaria y preparatoria, además de directores de escuelas y supervisores. Para la mayoría será la primera vez, la segunda oportunidad para 938 y la tercera para mil 780, pues en 2015 y 2016 obtuvieron resultados insuficientes en alguna etapa del proceso. De obtener por tercera ocasión dicho resultado, los mil 780 podrán ser reubicados, es decir, retirados de los salones de clases, aunque no perderían sus empleos.

Sujetos a examen, un millón 400 mil profesores

El 30 de marzo de 2018 se conocerán los resultados de la evaluación de 2017, y entonces sabremos si algunos de ellos serán reubicados, porque con la tercera oportunidad se cumple el ciclo que marca la ley, indicó en entrevista la directora de Evaluación del Desempeño de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Olga Lidia Malvaez Sánchez.

Del millón 400 mil docentes que están sujetos al examen, 170 mil ya lo presentaron, de acuerdo con Backhoff. Se estima que al finalizar este año 320 mil habrán presentado la evaluación.

A partir de 2017, y luego de que el INEE analizó cinco estudios con opiniones de maestros y de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre las pruebas anteriores, la actual constará de tres etapas, en lugar de las cuatro anteriores. La primera incluye dos cuestionarios: uno que responde la autoridad inmediata superior del profesor evaluado y otro el docente. En la segunda el maestro dispone de ocho semanas para hacer un proyecto de práctica profesional. La tercera es un examen estandarizado de conocimientos pedagógicos, curriculares y disciplinares.

En las primeras dos etapas, los docentes no deberán acudir a una sede a presentarlas. El examen sí será en fecha y sede específicas. Esta última podrá ser elegida por los docentes de entre un conjunto de opciones.

Backhoff señaló que se decidió mantener la prueba estandarizada porque hoy por hoy es la única forma de en verdad calificar qué tanto sabe uno de una asignatura, sobre todo si se trata de evaluar a cientos de miles de postulantes.

La SEP, dijo, pondrá a disposición de los profesores dos guías para completar el proceso, así como un curso de 40 horas relacionado con las actividades de la segunda etapa.

De acuerdo con la ley, la evaluación es obligatoria. A partir de 2018 la expectativa es que examinemos a unos 350 mil profesores por año. El servicio profesional docente coloca el mérito como principal criterio de acceso, promoción y permanencia en el sector educativo, a diferencia de la compra, herencia o clientelismo para obtener una plaza, sostuvo.