Los estrictos estándares medioambientales, motor de la empresa
bajo costo
El reto: producir más de 500 mil vehículos eléctricos para 2018
Domingo 30 de julio de 2017, p. 18
Fremont.
Elon Musk sabe cómo hacer una presentación digna de una estrella del rock: mientras la música suena a todo volumen, el fundador de Tesla aparece en el escenario en un Model 3 rojo, su primer automóvil eléctrico de precio accesible, sale del coche y es aplaudido por sus empleados.
La ocasión es un hito para Tesla, pues se trata de la entrega de los primeros 30 Model 3 a sus nuevos dueños tras un mes de producción en cadena. Pero aún son los primeros 30 ejemplares de un total de más de medio millón que la empresa tiene ya pedidos y que tardará meses en completar.
La ceremonia en la fábrica de Tesla en Fremont, California, representa un nuevo capítulo de uno de los duelos más apasionantes de la economía actual: el de Tesla contra el resto de la industria automotriz.
La firma de Silicon Valley apostó desde el principio por la movilidad eléctrica y en principio fue ignorada por los grandes de la industria como un caso exótico con ventas ínfimas en el segmento del lujo, inalcanzable para la mayoría de las personas.
De acuerdo con los precios consultados en la página web de Tesla para México, el Model 3 tiene un costo básico de 35 mil dólares, alrededor de 603 mil 750 pesos mexicanos, un precio accesible en comparación con el Model S, cuyo costo comienza desde de un millón 685 mil 500 pesos, es decir, un millón 81 mil 750 pesos más. Pero si eso resulta inalcanzable, al comparar el precio inicial del Model X puede causar más pánico al comprador (un millón 910 mil pesos), ya que la diferencia es de un millón 306 mil 250 pesos.
Si se piden extras, como funciones de asistencia al volante, mejor equipamiento interior y un color que no sea negro, en el caso del Model 3 la cifra llega casi a los 60 mil dólares.
El Model 3 es el automóvil con el que Tesla quiere llegar a un mercado más amplio. Y en vista del papel vanguardista de la empresa californiana el avance de la movilidad eléctrica se medirá según el éxito de este coche.
Musk invirtió miles de millones en la ampliación de la producción y la fabricación de las baterías. Fue una apuesta inmensa. Si sale bien, Tesla producirá en Fremont al año medio millón de autos del Model 3 y unos 100 mil de los más grandes y caros Model S y Model X. Además Tesla trabaja en un camión que se prevé será presentado este año.
Nunca fue nuestro objetivo construir coches caros
, subraya Musk. Simplemente fue el resultado del hecho de que los vehículos eléctricos no se podían fabricar antes de manera más barata. Y ahora los compradores de los Model S y Model X han financiado el modelo más económico.
El hundimiento del prestigio del motor diésel como milagro de eficiencia a causa del escándalo de la manipulación de emisiones dejó claro que los estrictos estándares medioambientales son imposibles de cumplir sin una mayor flota de automóviles eléctricos en circulación. En la actualidad está claro que el futuro es de los vehículos eléctricos, aunque se requiera para ello un largo periodo de transición.
No es una suma menor, pero más decisiva es ahora la cuestión de si Tesla será capaz de dar el salto a la producción masiva, de 84 mil vehículos en 2016 a 500 mil el año que viene.
La demanda no es el problema
, señala Musk en vista del medio millón de pedidos que ya tienen del Model 3, pues en julio pasado se construyeron 50 vehículos de los que 20 se mantendrán en la empresa para hacer pruebas. Quien encargue el coche hoy lo tendrá a finales de 2018, explicó Musk.
Probablemente con el presidente Donald Trump en mente, que reclama más producción nacional, Musk subrayó que 60 por ciento del valor añadido del Model 3 se genera en Estados Unidos. Las células de las baterías ya no proceden de Asia, sino de la nueva Gigafactory en Nevada. Con todo, la empresa no lo tendrá fácil porque las grandes automotrices como VW y GM ya trabajan en sus propios modelos eléctricos.