Holbox, QR.

¡Sólo así nos hicieron caso! ¡Ya era una situación inadmisible, insoportable y desgastante!, dijo el delegado municipal de la isla de Holbox, René Contreras Moguel, cuando se enteró del acuerdo al que habitantes y activistas de la ínsula llegaron con autoridades estatales para atender la emergencia por falta de agua y los cortes del servicio de electricidad ocurridos durante los seis días recientes, y por el colapso del drenaje. La negociación conjuró la amenaza de impedir el cruce de turistas.

La mañana de ayer arribaron a Holbox 10 pipas de agua. Algunos hoteles tuvieron que utilizar el líquido de sus albercas para atender las necesidades mínimas de sus huéspedes.

Seis días después del llamado desesperado de pobladores y autoridades, de la negligencia gubernamental y de una reunión de más de seis horas la noche del sábado, se logró evitar que los inconformes impidieran el cruce de transbordadores del puerto de Chiquilá a Holbox. Esta movilización se realizaría de las 10 a las 16 horas del domingo.

Contreras Moguel dijo vía telefónica desde Mérida, Yucatán, que los orillaron a cerrar Holbox porque ya habíamos enviado varias peticiones y tuvimos algunas entrevistas. Desde hace bastante tiempo habíamos advertido que Holbox ya no aguanta la carga de visitantes; la demanda ya superó la oferta.

El viernes René Contreras se trasladó a Tulum (170 kilómetros al sur de la isla) para entrevistarse con el gobernador Carlos Manuel Joaquín González; sin embargo, cuando llegó a la audiencia pública había un mar de gente y no pudo verlo, pero entregó las cartas a los representantes de cada autoridad estatal involucrada.

El acercamiento fue casi instantáneo tras la entrega de misivas, pero sobre todo por las reacciones en redes sociales, debido al escozor que provoca a las autoridades dar una mala imagen al turismo, especialmente al que ya había reservado en distintos hoteles.

Cambiarán tubería

Alejandrina Selem Salas, presidenta del Consejo de Desarrollo de Holbox, advirtió que el acuerdo no cambia la emergencia. Seguimos en alerta, y en caso de que las autoridades no resuelvan al menos el problema del agua la convocatoria a la movilización se reactivaría el 6 de agosto.

La activista explicó que tras una reunión en la que participaron vecinos, el alcalde de Lázaro Cárdenas (donde está Holbox), Emilio Jiménez Acona, y autoridades de las comisiones de agua potable y alcantarillado y de la Federal de Electricidad (CFE), firmaron siete acuerdos con los gobiernos estatal y municipal.

El sábado llegaron a Holbox los titulares de la Secretaría de Infraestructura y Transporte, Jorge Portilla Mánica, y el de la comisión de agua potable, Gerardo Mora Vallejo. El primer acuerdo fue enviar 10 pipas de 20 mil litros de agua potable mientras se restablece el servicio, para abastecer a mil 500 habitantes y miles de turistas. El transbordador estará llevando los camiones cisternas.

Asimismo se determinó abrir dos pozos para duplicar el suministro a 60 litros por segundo, lo que permitirá atender a la población y a visitantes en temporada vacacional. También se ofreció equipar los pozos existentes y sustituir la tubería de la red de agua potable, además de construir un pozo de almacenamiento para emergencias.

La CFE se comprometió a instalar este martes tres transformadores para normalizar el servicio y a desplegar durante dos semanas una cuadrilla de trabajadores.

A su vez, el gobierno estatal abrirá una oficina de atención ciudadana y anunció que comenzará a construir el drenaje sanitario a partir del lunes 21 de agosto.

Selem Salas declaró: Hasta el viernes no teníamos garantía de que los servicios fueran a ser restablecidos, lo que mantenía a la isla en estado de emergencia por falta de agua potable y electricidad, y porque las alcantarillas siguen rebosando (aguas negras) El ultimátum es para presionar, porque ya no les creemos.

Los activistas también señalaron la falta de voluntad del gobierno federal para atender los problemas ambientales de Holbox, que desde hace 23 años espera un plan de manejo para regular su crecimiento. En lugar de ello, sigue la devastación de manglares para construir y ampliar hoteles.