En 25 programas que se derivan del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018 hay 368 indicadores que dan cuenta del desempeño de la política social, de los cuales sólo 20 por ciento tiene avance adecuado, mientras 8 por ciento es superior a lo esperado, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). El resto tienen un desempeño inferior a lo previsto o se cumplió una meta que fue subestimada.

En el Diagnóstico de objetivos e indicadores de los programas del ámbito social derivados del Plan Nacional de Desarrollo, detalla que entre los programas evaluados están los sectoriales de desarrollo social, educación, medio ambiente, salud, trabajo, así como otros catalogados de especiales, como el de cambio climático, ciencia, hídrico, forestal y México Sin Hambre, así como tres transversales.

Explica que los programas deben cumplir cuatro propósitos, que deben ser claros en resultados, de largo plazo, susceptibles de medición e incluir su población potencial o área de enfoque. Los 25 programas tienen 136 objetivos, de los cuales 46 por ciento todavía se enfocan en la gestión o entrega de bienes, no en los resultados.

El documento indica que 8 por ciento –31 indicadores– de los 25 programas presentan un desempeño por encima de lo esperado, lo que indica que el cumplimiento de la meta sexenal se encuentra en un rango de cumplimiento porcentualmente alto, por lo que seguramente estos indicadores alcanzarán la meta al finalizar la administración.

En tanto, en 14 por ciento ya se rebasaron las metas planeadas para 2018, por lo que es probable que hayan sido subestimadas. Del total de indicadores, 30 por ciento (109) presentan un avance inferior a 7 por ciento (muy rezagado y rezagado), por lo que la probabilidad de cumplimiento al finalizar la administración es baja.

El Coneval detalló que se practicó el análisis de las principales características de los programas, la inclusión del enfoque hacia resultados y el seguimiento de los indicadores, así como la vinculación con los programas presupuestarios y con los derechos sociales. Entre los resultados, planteó que en la escala de coordinación nacional y sectorial debería priorizarse el enfoque de resultados y no tanto aspectos como la entrega de bienes o servicios ni la gestión de los programas.

Apuntó que la incorporación de indicadores es un avance importante en la planeación nacional debido a que constituyen un mecanismo útil para observar los logros de las políticas que instrumenta el gobierno. Sin embargo, se considera que pese a ello el porcentaje de los indicadores con enfoque de resultados es bajo, pues no se proporcionan datos relevantes sobre los avances de los objetivos. Hay indicadores que tienen que ver con la relevancia de las acciones, el monitoreo y la pertinencia y deben ser claros.

Agregó que muchos de ellos no aportan información sobre problemas de interés sectorial vinculados con los objetivos de cada programa y solamente dan cuenta de aspectos relacionados con la entrega de bienes o servicios o bien de gestión.