Un recién nacido lucha por su vida desde hace 45 días. Su peso al nacer fue de 750 gramos y actualmente ya es de un kilogramo. Estuvo en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital General de Los Mochis, Sinaloa, donde ocho bebés fallecieron entre el 13 y 22 de julio. El caso es una evidencia más de que no hubo infección en ese nosocomio, afirmó el secretario de Salud, José Narro Robles.

Reconoció que las muertes de los bebés son motivo de preocupación y con todos ellos estamos sensibles y somos solidarios con el dolor de las familias, pero tampoco se puede generar desconfianza sobre los servicios que presta el hospital, el cual, además, es el único del sector público que cuenta con una unidad de cuidados intensivos neonatales en esa ciudad.

Reiteró que sólo en uno de los bebés fallecidos se encontró evidencia de una bacteria hospitalaria, Klebsiella, la cual, junto con las condiciones precarias de salud del neonato, fue la causa de muerte. Narro explicó que la mayoría de los niños nació antes de la semana 30 de gestación; seis pesaron 1.5 kilogramos y los otros dos no llegaron a 2.5 kilogramos.

Dos bebés adquirieron una infección en el útero materno y otro, fuera del hospital. Estos son factores de aumentan el riesgo de muerte en esta etapa, sostuvo.

Admite necesidad de mejoras

Al término del acto conmemorativo del 60 aniversario del Laboratorio Nacional de la Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura, el funcionario reconoció que el hospital debe mejorar en algunos aspectos. Por eso se ordenó el cierre temporal de la unidad de cuidados mencionada; será remodelada durante las siguientes semanas y las autoridades hospitalarias se encargarán de cumplir las ocho recomendaciones que hizo la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Como resultado de las evaluaciones efectuadas la semana pasada, con motivo de los fallecimientos y la sospecha de la existencia de una infección nosocomial, la Cofepris determinó que se requieren mejoras en las condiciones sanitarias de las instalaciones y entre otros aspectos, garantizar el abasto de insumos y medicamentos, así como contar con refrigeradores funcionales para el resguardo de medicinas y vacunas, informó el comisionado Julio Sánchez y Tepoz.

Las autoridades del hospital deberán elaborar un programa de mejora de sus actividades, en específico la unidad de cuidados, para hacer las correcciones e incluir un programa de capacitación de los trabajadores.

Antes del 31 de agosto la unidad estará nuevamente en funcionamiento y en la medida de lo posible, la Federación atenderá la solicitud de equipo que hizo la dirección del hospital, comentó Narro Robles.

También dijo que desde el nivel federal se ha cumplido con las obligaciones que corresponden al financiamiento. Desde 2013, agregó, se han enviado a esa entidad 14 mil millones de pesos para diversos programas de los servicios de salud.

Respecto del bebé que no ha tenido ninguna afectación adicional a las que padece por haber nacido en forma prematura, indicó que se encuentra en un hospital privado en aquella ciudad, igual que otro recién nacido.

Mientras la unidad de cuidados mencionada está cerrada, la Secretaría de Salud y el gobierno del estado se encargarán de que los bebés que requieran ese tipo de atención sean trasladados al Hospital Pediátrico de Culiacán.