Rinden homenaje al destacado caricaturista en el Museo del Estanquillo
Viernes 11 de agosto de 2017, p. 4
Si pensamos la ausencia del caricaturista Eduardo del Río, Rius, quien falleció el pasado martes, como un final, es que entendimos algo mal
; en contraste, debemos preguntarnos qué hacer con su gran legado, expresó su hija, Citlali del Río, durante el homenaje que ayer se rindió al dibujante en el Museo del Estanquillo, Colecciones Carlos Monsiváis.
Ante su madre, Micaela, y las cenizas de su padre, Citlali del Río dijo que el caricaturista había rechazado todo tipo de homenajes, pero nos dio permiso de hacer uno cuando muriera; decía que el mejor homenaje era que leyeran sus libros, y creo que sigue teniendo razón
.
Afirmó que Rius “deja un legado muy grande y mucho trabajo; fue un maestro para muchos. Si pensamos esto como un final, estamos entendiendo algo mal. Ahora se trata de que todo lo que nos dio, qué hacemos con eso.
No se pongan tristes, él no quería que lo estuvieran. Sé que es difícil no estarlo en un momento así, pero algo que nos dejó muy claro es que hay que tomar con humor las cosas.
Durante la primera parte del acto in memoriam, también estuvieron presentes Lidia Camacho, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes; Beatriz Monsiváis, representante de la asociación cultural El Estanquillo, y Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura capitalina.
Enseguida comenzó una charla de los caricaturistas Rafael Barajas El Fisgón; Rafael Pineda, Rapé, y Arturo Kemchs, Kemchs, y el editor Ariel Rosales, tras la cual los lectores de Rius pudieron desfilar ante sus cenizas, que permanecieron en el recinto hasta las 20 horas.
El Fisgón explicó que aunque Rius se ganó su entrada al paraíso, no aspiraba ir allá. Nunca tuvo una buena relación con Dios
: un severo adoctrinamiento religioso lo convirtió en ateo. Por ello, creó su propio evangelio, que empezaba: “En un principio era el caos y luego llegó Rius y la cosa se puso peor”.
El caricaturista de La Jornada resumió: “Rius nos enseñó a muchos a pensar, a ser libres, a luchar, a ser rebeldes, a cuestionar y a reírnos ante nuestras tragedias. Nos enseñó que los mexicanos nos reímos cuando nos duele y nos dolemos cuando reímos”.
Y concluyó: “En este día de duelo, puedo decir, cada rato me asaltan recuerdos de él y me dan al mismo tiempo alegría y dolor. Hoy en este día de luto puedo decir que sólo me duele cuando me Rius”, aseveración que fue seguida de risas y una tanda de aplausos para el homenajeado.
Universo para llenar un vacío
El editor Ariel Rosales hizo un recuento de anécdotas y charló en torno a los libros que el prolífico caricaturista realizó a lo largo de su vida; por ejemplo, su creencia de que Rius había creado más de 40 mil dibujos, a pesar de cierta duda del mismo autor.
Rosales dijo que deberíamos volver a editar los libros del historietista y maestro, y leerlos para que este “universo Rius, ese cosmos Rius llene el vacío de su ausencia”.
Para concluir, el caricaturista Kemchs mencionó que es el responsable de un libro inconcluso de Rius: un solo Dios verdadero, del que sólo recibió los textos pero carecían de ilustraciones, y que platicará con otros colegas la forma de resolverlo.