Él tiene una carrera en Hollywood que abarca desde atender un bar en Cheers a luchar una guerra futurista en Los juegos del hambre; ella ganó un Óscar como mejor actriz antes de cumplir 30 años. Ahora, sus destinos se unieron y Woody Harrelson (WH) y Brie Larson comparten pantalla en El castillo de cristal.

El filme, adaptación de la exitosa biografía de Jeannette Walls, describe su infancia en la pobreza en una familia excéntrica y disfuncional. Larson interpreta al personaje central y Harrelson a su padre alcohólico.

–Woody, dirigiste una película lanzada este año con el título Lost in London, ¿te gustaría dirigir más?

–Sí. Sabes, ahora que mi apariencia me ha traicionado, no puedo contar con hacer esto mucho tiempo más. Al público le gustan los actores atractivos, así que definitivamente voy a dirigir más.

–Brie, ¿qué te atrajo para interpretar este personaje? ¿Fue que no has hablado con tu padre por más de 10 años?

–Creo que tiene que ver con familias complicadas y con muchas cosas negativas y positivas. La vida es así, uno no elige qué partes de ella le tocarán, te toca todo...

Creo que muchos de nosotros sentimos que no tenemos permitido ser quienes somos, al menos no por completo. Quiero alentar a más gente a sentir que pueden ser todas las cosas, que pueden ser complicados.

–¿Cuán similar eres al personaje que interpretas en esta película?

WH: Creo que con cualquier personaje es importante hallar qué hay de parecido contigo y armar el resto con imaginación. Con algunas de sus ideas sobre el sistema médico tiendo a coincidir.

–Woody, actuaste como Lyndon Johnson en una nueva película que aún no se estrena. Ahora que encarnaste a un vicepresidente, ¿interpretarías a Donald Trump?

–No. Me tiene que gustar el tipo: no puedo interpretarlo.