Guadalajara, Jal.

Familiares y compañeros de Humberto Ortiz García, ex presidente estatal del partido Morena asesinado hace un año, se quejaron de los nulos avances de la investigación de la Procuraduría General de Justicia de Colima (PGJC), que dice haber adelantado en las pesquisas, pero no ha detenido a sospechoso alguno.

El jueves 11 de agosto de 2016 Humberto Ortiz fue hallado con disparos en tórax y la cabeza dentro de un vehículo con placas del estado de México abandonado en una brecha que conduce del fraccionamiento Marimar al ejido Punta de Agua, en Manzanillo.

Yolanda Quintero, viuda de Ortiz García, aseguró que nadie está en la cárcel, la investigación avanza demasiado lento, la carpeta de investigación no tiene claro siquiera el móvil del asesinato, ni se ha detenido a los responsables. Hemos sido testigos y víctimas de la ineptitud del sistema de justicia.

La PGJC asegura tener líneas sólidas de investigación, que ha recabado testimonios y ha efectuado inspecciones, análisis de videos y telefonía, así como diversos trabajos periciales. Personal de la procuraduría ha atendido a la familia y a representantes de Morena. Concluida la investigación, y de reunirse los requisitos de ley, el asunto sería sometido a la autoridad judicial, dijo la dependencia.

PGR rehusó atraer el caso

Quintero recordó haber viajado al menos 12 veces en un año de Guadalajara a Colima para gestionar que la Procuraduría General de la República atrajera el caso, pero únicamente logró que la delegación de la dependencia federal fuera coadyuvante.

En las gestiones intervino Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena y amigo de Ortiz García, lo que apenas sirvió para que el caso pasara de Manzanillo a la capital de Colima.

La viuda agregó que si bien la recibieron el secretario de Gobierno y el procurador de Colima, las investigaciones están entrampadas debido a la ineficacia de agentes investigadores y del Ministerio Público.

Recordó que su esposo “levantaba la voz como deber de su conciencia; no tenía miedo a enfrentarse al debate o a la crítica porque se valía de sus firmes convicciones. Nunca se sometió al poder ni al dinero. Su mayor valor era la lealtad a sus principios, a la dignidad y al deber.

Demandamos justicia para Humberto. La ineficiencia en el sistema de justicia también es corrupción, concluyó.