A 25 años de su creación, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) no ha cumplido con los objetivos que le dieron origen, a pesar de presupuestos crecientes y que tan sólo en los primeros cuatro años de esta administración se incrementaron en 40 por ciento, señalaron especialistas.

La pobreza medida por ingreso es la misma que hace un cuarto de siglo: 53.2 por ciento de la población vive en esa condición.

La Sedesol es una de las dependencias por la que han desfilado más secretarios. Van 12 en 25 años, con lo que cada uno en promedio habría permanecido alrededor de dos años. Y tan sólo en la actual administración van tres: Rosario Robles, José Antonio Meade y Luis Enrique Miranda.

Expertos hicieron un balance de la gestión de esta dependencia la cual, dicen, ha tenido algunas cosas positivas, pero en general no ha sido capaz de cumplir, los recursos no han correspondido con resultados que justifiquen la inversión. ‘‘Es un fracaso’’, sostuvo Héctor Rubio, coordinador de Relaciones Institucionales de Acción Ciudadana frente a la Pobreza.

‘‘No es una institución que tenga como fin garantizar derechos o mejorar la vida de las personas’’, agrega.

‘‘Se ha convertido en una instancia que puede ser usada con fines electorales. Ha renunciado a hacer política social’’. Recordó que en el acto en el que el gobierno celebró este aniversario, uno de los temas fue la existencia de una política nacional de desarrollo social, pero ‘‘éste es el déficit más grande del país, porque no existe tal política, sino una pulverización de programas con poco potencial transformador’’.

Según datos de la Sedesol, en los primeros cuatro años de esta administración se han invertido alrededor de 390 mil millones de pesos, 40 por ciento más que el sexenio anterior, y tres de cada 10 mexicanos reciben los apoyos.

Aunque hay mayor inversión en los programas, el porcentaje de la gente en pobreza es el mismo de hace 25 años: más de la mitad está en esa situación, no tienen dinero para comprar la canasta básica, y son 11 millones de personas más. Rubio consideró que ningún futuro es viable con estos niveles de miseria y desigualdad; han sido el caldo de cultivo de la violencia, crimen organizado, la violación a los derechos humanos y preservar esta situación puede ser redituable políticamente.

Por su parte, Rodolfo de la Torre, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, consideró que la Sedesol ha servido para aglutinar esfuerzos de política social, impulsar los temas sociales en el gabinete y en el conjunto de políticas públicas, aunque el resultado no es muy alentador: existe la misma pobreza del día de su creación y los mismos niveles de desigualdad.

Consideró que hay algunos puntos positivos, el más importante fue el programa de transferencias condicionadas que fue Progresa, después se llamó Oportunidades y hoy Prospera. ‘‘Es positivo porque ha funcionado para generar capital humano, salud y educación de los más pobres; ha habido ligeras reducciones de pobreza extrema, pero un solo programa no puede resolver un problema tan complejo’’.