Londres.

En Notting Hill, diversos voluntarios confeccionan adornos que colorearán de verde, mañana y el lunes, el carnaval mundialmente conocido de este barrio del oeste de Londres, en homenaje a las víctimas del mortal incendio de la cercana torre Grenfell.

Recortar corazones de tela color caqui, cubrir pequeños carteles con pintura verde botella, inflar globos verde esmeralda... Una veintena de voluntarios se concentraban el viernes a medio día en sus tareas a solo unas horas del comienzo de las fiestas, consideradas como la mayor manifestación de calle de Europa.

Indiferencia gubernamental

Se reunieron en un edificio constituido como centro de recaudación de donativos para las víctimas del incendio de la torre de viviendas sociales, el 14 de junio. Al menos 80 personas murieron y cientos más acabaron en la calle en este barrio turístico, donde casas de varios millones de libras se mezclan con modestas viviendas sociales.

El verde es un color magnífico, de curación, del crecimiento y de la fuerza ante la adversidad, explica Toby Laurent Belson, uno de los coordinadores del centro donde se acumulan ropa y otros donativos para los afectados. El objetivo es hacer que el carnaval sea totalmente verde, continúa. Tenemos muchos adornos, carteles, corazones verdes que se colgarán en los faroles, los árboles. La gente puede ponerlos en sus ventanas, sus puertas, a los lados de la calle. Ahí donde haya sitio, se trata de colocar algo que recuerde lo que pasó y muestre la solidaridad, detalla.

El llamado a los voluntarios para confeccionar la decoración movilizó mucho más, gracias sobre todo a las redes sociales. Para todos, se trata de superar la ira contra las autoridades públicas, consideradas responsables de la tragedia por su indiferencia.

Creo que hay mucha ira porque la tragedia no tendría que haber ocurrido nunca. (...) Esta ira es legítima pero debe ser canalizada, dice Swarzy Macaly, presentadora de radio de 24 años llegada expresamente del este de Londres.

El carnaval con tonalidades caribeñas, fundado en los años 60 a raíz de los violentos disturbios raciales entre blancos e inmigrantes del Caribe, es visto como la respuesta adecuada.

Se trata de celebrar un Londres multicultural, como la torre Grenfell donde se hablaban más de 34 idiomas, precisa a Afp la pintora Sabrina Rowal Hamilton.